El Concejo comienza a analizar las reformas de la capilla de Fisherton

El proyecto, que se discutirá el lunes en la comisión de Planeamiento, conserva la construcción histórica

El próximo lunes, los integrantes de la comisión de Planeamiento del Concejo Municipal comenzarán a analizar un nuevo proyecto para ampliar la capilla Cristo Rey del barrio de Fisherton. Esta es la quinta vez que el Arzobispado de Rosario presenta una iniciativa para expandir la parroquia de Brassey al 8100, y según señalan sus impulsores, la propuesta "preserva casi la totalidad de la construcción actual". La capilla fue declarada monumento histórico provincial y de interés patrimonial para el municipio. Los anteriores intentos de reformarla chocaron con la oposición de los vecinos del barrio que hasta llevaron el tema a la Justicia.

Ocho años después de esa primera polémica, un nuevo grupo de arquitectos elaboró una propuesta "que intenta conciliar las necesidades de ampliación de la capilla con la de preservarla", explicó el autor del proyecto, Rafael Araya.

Así, la iniciativa mantiene intacta la fachada y gran parte del templo. Se demuele la parte posterior de la capilla (a la altura del altar) para extender la nave principal y una serie de construcciones posteriores como la casa parroquial y depósitos anexos.

En esta superficie se construirán dos naves laterales, "siguiendo un criterio de mímesis", apuntó Araya. Es decir, respetando en la intervención la estructura de aberturas, techos y ventanas de la construcción original.


350 metros cuadrados más
De esta forma, la parroquia sumará unos 350 metros cuadrados en los que se ubicarán la capilla del santísimo, con un espacio de adoración propio, un sector para el coro, confesionarios, sacristía y depósito, de acuerdo a los requisitos impuestos para la liturgia por el Concilio Vaticano II.

Al mismo tiempo, se conservará el edificio histórico que se someterá a una tarea de restauración en paredes, aberturas y cielo rasos, respetando sus características originales.

El proyecto se presentó el pasado 23 de diciembre en la Secretaría de Planeamiento del municipio y fue analizado por los representantes del programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico de la ciudad. El lunes de la semana pasada, la iniciativa llegó al Concejo, que comenzará a tratarla a partir del próximo lunes.

El abogado Iván Cullen acompañó todo el proceso. "Que la capilla de Fisherton sea de interés patrimonial no significa que no pueda reformarse, sino que las intervenciones deben cumplir con ciertos requisitos y trámites administrativos que se están cumpliendo paso a paso", destacó.

Para el letrado, la ampliación de la parroquia es una "necesidad" que surge del crecimiento de la población del barrio. Pero al mismo tiempo respeta la voluntad de los fundadores del pueblo de Fisherton, que donaron el terreno y la construcción al Arzobispado "con el fin exclusivo de que sea un templo para el culto católico", con lo cual "no se puede hacer un museo o un centro cultural ya que de esta forma se perdería la propiedad", señaló Cullen.

La última palabra del caso la tendrá el Concejo Municipal, que deberá aprobar el proyecto.

La capilla no tiene estructuras asociadas y muestra un estilo inglés.