Fanáticos

Ni el Mundial los pudo frenar

Aunque la final del Mundial de Fútbol calentaba las pantallas, más de 50 mil personas no dejaron de hacer patria el 9 de julio en el parque Independencia para disfrutar del 4º Encuentro Multimarca de Automóviles, un evento que crece en atractivos año a año y que ya prometió para su quinta edición en 2007 un concurso de "Elegancia", dos días de duración y la participación de clubes de locos por los autos extranjeros.

A lo largo de bulevar Oroño (entre Pellegrini y Dante Alighieri), los amantes de los fierros pudieron disfrutar de un paseo por la historia de la industria del automóvil: microautos, coches antiguos, tunning, e incluso hubo una sección para motos. Es que en su puesta inicial la idea fue congregar a la mayor cantidad de vehículos, ya sean clásicos, contemporáneos o modernos.

Un encuentro en el que la música también ya empieza a ser un clásico, con grupos de folkore y rock, que se mezclan con el "violín" de esos motores de aquellos fanáticos que de tanto en tanto a lo largo del día les agarra como si fuera un síndrome de abstinencia y engranan de tal forma que sólo se calman pisando el acelerador, o cuando alguien pasa por delante de su máquina y le alimenta el ego cuando le dicen que "nunca había visto" tal o cual detalle en ese modelo.

También las charlas y los mitos urbanos que se oyen sobre determinadas piezas o vehículos forman parte de la liturgia cuando se juntan al menos dos fierreros alrededor de un auto que sólo suele salir a lucirse en eventos como en este encuentro multimarca.

Un festival del que participaron este año 56 clubes (15 más que en la edición anterior) de Rosario y de distintos puntos del país, y que logró juntar a más de 700 vehículos y 200 motos. Una frontera que se espera superar el año próximo con la presencia de al menos dos clubes brasileños.

Es que -como reconoció Andrés Arregui, organizador del encuentro y presidente de la Federación de Automóviles Contemporáneos de Rosario Argentina (Facra)- cuando hay una copa en juego eso tracciona a muchos más delirantes por los motores a desplazarse grandes distancias. Por esa razón y para darle mayor prestigio es que en la edición del próximo año se realizará un concurso de "Elegancia" con diferentes categorías -la intención es que abarque a todos los modelos y épocas, acota Arregui- para seducir a más clubes a venir a Rosario y transformar el evento en una cita obligada en el calendario de exposiciones de autos.

Para Arregui el motor que lo empuja para transformar este evento, que se realiza siempre en el Día de la Independencia y el parque que le hace honor, responde a un recuerdo que permanece en su retina: "Este lugar es emblemático porque durante 30 años (entre 1936 y 1966) aquí se corrían carreras a las que venían 130 mil personas los domingos", rememora.

Ahora,estacionados, impecables, los modelos antiguos y modernos allí expuestos permitían recorrer una parte de la historia automotriz en la Argentina, sobre la que un hombre de unos sesenta años acotó en una de las tantas charlas que se podían oír a lo largo del bulevar: que una parte importante de esa diversidad de vehículos que se construyeron o importaron los trituró el Plan Canje la década pasada.

Aún así había para todos los paladares: microautos llamados "ratones alemanes" que fueron utilizados en la posguerra, escarabajos de los •60, un Ford Fairlane (de esos que conducen a los hombres hasta su último responso), un Citroën eléctrico, autos de carrera, los "tuneados" y algunos "famosos" que tuvieron participación en el celuloide.