Año CXXXVII Nº 49175
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Escenario
Opinión
El Mundo
Información Gral
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Salud
Página Solidaria


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 09/07
Mujer 09/07
Economía 09/07
Señales 09/07
Educación 08/07
Salud 05/07
Estilo 24/06
Autos 22/06

contacto

servicios
Institucional

 miércoles, 19 de julio de 2006  
Según querella, Ríos ocultó ropa y volvió al lugar del crimen

Buenos Aires- El abogado de la familia de Alfredo Marcenac, el joven asesinado a tiros en Belgrano, aseguró hoy que el acusado Martín Ríos ocultó su campera debajo del asiento del colectivo que abordó para escapar de la escena de los ataques y luego volvió a pasar por el lugar para ver la

escena.

Julio Rosas, patrocinante de la familia Marcenac, aseguró a radio Mitre que esos fueron los movimientos del agresor tras el múltiple ataque cometido en la avenida Cabildo al 1700 el 6 de julio pasado, y adelantó que la querella cuenta con testigos que se presentrarán voluntariamente a declarar en la causa.

El letrado descartó además que Ríos pueda ser considerado inimputable y, al respecto, manifestó que no cree que pueda prosperar una estrategia de la defensa en este sentido.

“Nosotros entendemos que una persona que dispara tan certeramente a un grupo de personas y a la cabeza de un individuo y luego se escapa subiendo a un transporte público, se saca la campera que llevaba puesta para que no lo reconozcan, la esconde debajo de un asiento, se baja a las dos cuadras y vuelve a tomar un colectivo para volver a pasar por el lugar donde había cometido el hecho y regodearse, es imputable”, expresó Rosas.

Según el letrado, el asesino, tras bajar del colectivo que abordó en José Hernández, entre Cabildo y Ciudad de la Paz, “cruzó la arteria por la cual el colectivo estaba circulando y tomó un colectivo que lo llevaba por la mano contraria hacia el lugar donde el había resultado ser el matador de Alfredo Marcenac”.

Al momento de descartar la inimputabilidad del acusado, el querellante se refirió además a una causa del año 2001 en la que “estuvo imputado por tenencia de arma de guerra”.

“Este señor (por Ríos) estuvo detenido en el 2001 por tenencia de arma de guerra y posteriormente por tenencia de estupefacientes”, expresó.

Rosas adelantó que para las próximas horas la querella convocó a declarar a “testigos presenciales del hecho” ocurrido el 6 de julio en Belgrano.

“Son personas que llegaron a la familia Marcenac o a mi de forma directa, personas que quieren colaborar con este hecho trágico y consideran necesario efectuar su descarga ante la justicia en virtud de haber reconocido a este señor Ríos como el matador de Alfredo Marcenac”, precisó el abogado.

En tanto, fuentes judiciales informaron a Télam que Ríos será indagado en los próximos días por otros dos ataques registrados en Belgrano.

La jueza de instrucción María Dolores Fontbona de Pombo volverá a convocar al detenido para interrogarlo por el ataque a una confitería ubicada en la avenida Crámer y Juramento y por los disparos efectuados contra un colectivo de la línea 67 en Olazábal y Vidal, ambos del barrio de Belgrano.

Los investigadores le atribuyen al “tirador serial” cuatro hechos, ocurridos entre junio del año pasado y los primeros días de este mes.

Además, los pesquisas policiales presumen que existe un quinto hecho en el que actuó el “tirador”, aunque no fue secuestrado ningún plomo ni vaina que pudiera ser peritado para ser comparado con los otros episodios.

Según la policía, la mayoría de los ataques fueron cometidos por la misma pistola calibre 380, similar a la secuestrada al joven Ríos el viernes pasado en Munro.

El acusado, quien vivía con sus padres en un departamento en el barrio de Belgrano ubicado a pocos metros de la confitería “Balcarce” que fue atacada a tiros, fue detenido el viernes pasado en San Lorenzo y Uzal, de la localidad bonaerense de Munro, partido de Vicente López.

Un ex policía exonerado de la Bonaerense llamado Mario Alejandro Attardo fue el autor de la detención de Ríos porque lo consideró sospechoso, tras lo cual llamó a la comisaría de Munro, cuyos efectivos lo requisaron y le hallaron la pistola calibre 380, dos cargadores y 27 proyectiles. (Télam)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados