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 miércoles, 19 de julio de 2006  
Se encerró en el baúl de su taxi y fingió un robo

Diego B. tiene 34 años y es taxista. Ayer, bien temprano, llamó por su celular a la policía para notificar que lo habían asaltado tres hombres que ascendieron como pasajeros y que estaba encerrado en el baúl de su vehículo, aunque sin saber en qué sitio. Un par de comunicaciones vía celular guiaron al Comando Radioeléctrico hasta el acceso a una estancia ubicada sobre la ruta 34, muy cerca de Ibarlucea, y en jurisdicción de Ricardone. Allí estaba el tachero al borde del desmayo. Pero el hallazgo aparejó dudas ya que no había indicios notorios de que hubiera sido asaltado: es que además de su celular, dentro del auto estaba el reloj del taxi y la recaudación intacta. Anoche, tras ser interrogado por varias horas, el hombre confesó que todo había sido una farsa montada para llamar la atención de su ex esposa, que está embarazada de otro hombre.

El subjefe del Comando Radioeléctrico de Rosario, Héctor Gamboa, confirmó que la primera llamada del taxista fue registrada a las 7.10 de ayer. "El hombre -relató el comisario- contó que había sido tomado cautivo en avenida de Circunvalación y Baigorria a las 22.30 del lunes, y que lo habían obligado a entrar al baúl de su taxi, razón por la cual no sabía en que lugar se encontraba estacionado el vehículo. Montamos un operativo de búsqueda y yo cada tanto lo contactaba con mi celular".

El vocero indicó que, en función del tiempo que la víctima calculó que el auto estuvo en marcha desde que fue encerrada, se estableció que el rodado tenía que estar en algún lugar sobre la ruta 34. Varios patrulleros localizaron al taxi en el kilómetro 13 de mencionada ruta, en el ingreso a una estancia.

Gamboa aseguró que, a simple vista, nada faltaba del auto. "Tenía el reloj, la recaudación y él tenía el celular, no le faltaba nada. Y las llaves estaban tiradas a unos diez metros del auto", indicó el comisario, aunque aclaró que el baúl no estaba cerrado con llave.

Cuando sus contradicciones ante la policía empezaban a repetirse, Diego B. confesó que nadie lo había asaltado. "El tipo dijo que su primera mujer, con la que comparte un hijo, está embarazada en el marco de una nueva relación y que eso lo alteró. Por eso -dijo ante la policía- decidió llamar la atención de la mujer con la idea de que vuelva con él", contó anoche un investigador de la Unidad Regional XVII.
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