Feroz atentado suicida en Irak dejó 53 muertos

El atacante engañó a un grupo de trabajadores, a los que hizo subir a un vehículo cargado de explosivos que luego detonó

Bagdad/Kufa.- Más de 60 personas murieron ayer en ataques y enfrentamientos en Irak, en otra jornada sangrienta. El peor atentado del día se produjo cuando un atacante suicida detonó su vehículo cargado de explosivos en un concurrido mercado frente a una mezquita de la ciudad meridional de Kufa, matando por lo menos a 53 personas e hiriendo a 105.

El suicida condujo una furgoneta hasta la plaza de Kufa, situada a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad. Allí ofreció trabajo a varios jornaleros, cargó la furgoneta con voluntarios y detonó el vehículo. La explosión ocurrió hacia las 7.30 de la mañana frente a la mezquita de Kufa. El santuario, situado en una parte muy congestionada de la ciudad, se levanta sobre el lugar en que, según la tradición, el imán Alí, primo y yerno de Mahoma, fue mortalmente herido.

Kufa es un reducto del clérigo antiestadounidense Muqtada al-Sadr, cuyo movimiento controla la mezquita. Al parecer la explosión tuvo como fin minar la posición de Al-Sadr en la lucha sectaria iraquí, atribuida en gran parte al Ejército de el-Mahdi de Al-Sadr.

Un grupo de seminaristas shiítas atribuyó el atentado a los extremistas sunitas y los seguidores de Saddam Hussein. Pidieron a "los creyentes oprimidos" que se defiendan y que no esperen a las fuerzas iraquíes para su protección.

Mientras, en Basora, cinco milicianos del Ejército de el-Mahdi, murieron en enfrentamientos con soldados británicos. Nueve personas, entre ellas seis policías, también murieron en un ataque con bomba contra una patrulla de policía en el enclave sunita noriraquí de Howaiya. La fuerza militar de EEUU, por su parte, anunció que un soldado estadounidense murió por un explosivo al sur de Bagdad.

El asesor de seguridad iraquí, Muwaffak al Rubai, dijo ayer ante la prensa en Bagdad que tropas iraquíes y norteamericanas mataron a varios miembros de una peligrosa célula terrorista llamada Brigadas de Omar, perteneciente a Al Qaeda, y detuvieron a otros. Este grupo, entre otras cosas, planeó y perpetró un atentado en el suburbio bagdadí de Sader City, en el que murieron 62 personas.

En Bagdad, un funcionario iraquí anunció que un jordano responsable de la muerte de dos soldados estadounidenses el mes pasado murió en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. El asesor de Seguridad Nacional Mouwafak al-Rubaie dijo que el jordano era Diyar Ismail Mahmoud, pero no indicó cuándo murió.


Seis mil muertos en dos meses
Entretanto, un reporte de Naciones Unidas informó ayer que casi 6.000 civiles murieron por la violencia en Irak durante mayo y junio, cuando se intensificaron los ataques sectarios en el país.

El documento de la Misión de Asistencia de la ONU en Irak describe en detalle el número de muertos causado por la inestabilidad y la inseguridad, que ha desatado una serie de hechos ilícitos, incluidos asesinatos, atentados dinamiteros, secuestros, torturas e intimidaciones.

Cientos de maestros, jueces, líderes religiosos y médicos han sido blanco de asesinatos y miles de personas han huido de sus vecindarios multiétnicos hacia otras zonas de Irak o al extranjero, señaló el reporte. Las evidencias sugieren que los milicianos han comenzado también a atacar a homosexuales o han exigido que sus familiares los maten. "Aunque elogiamos los pasos positivos dados recientemente por el gobierno para promover la reconciliación nacional, el reporte causa alarma por el creciente número de bajas entre la población civil, muerta o herida durante ataques indiscriminados o selectivos por parte de terroristas o insurgentes", señaló la ONU en una nota adjunta al reporte.

Uno de los cientos de heridos.