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miércoles,
19 de
julio de
2006 |
La realidad
de Medio Oriente
Considero que la gran mayoría de las coberturas periodísticas sobre los sucesos de Gaza (siendo La Capital una de las escasas excepciones) resultan superficiales y lo que es peor, tendenciosas. Lo absoluto de la tragedia de las personas atrapadas en medio de la guerra no sólo no excusa el análisis objetivo de su causa, sino que lo convierte en obligatorio si queremos que no se repita. Cualquier crónica debería partir de la base que existe un segmento mayoritario de la población en los países vecinos de Israel para quien la existencia de un estado hebreo -no importa con qué fronteras- es sencillamente inadmisible. No es probable que esto varíe en el corto o mediano plazo; un sentimiento tan visceral sólo podrá desaparecer mediante un cambio educativo firme y sostenido, y los que podrían implementarlo son precisamente los más beneficiados porque haya un país y un pueblo a quien culpar de todo lo que está mal. El no reconocer que el otro, en este caso Israel, tiene los mismos derechos que uno empezando por la existencia es la base del problema; todo lo demás son circunstancias.
Federico Contreras
DNI 22.535.293
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