Sigue prófugo el tirador que baleó a siete personas y mató a una

Un identikit, misterio e incertidumbre

La policía busca a un hombre de 35 años, alto y rapado por el demencial ataque en el barrio porteño de Belgrano

Buenos Aires.- El hombre que el jueves al anochecer disparó a mansalva en el barrio porteño de Belgrano, donde mató a un chico e hirió a otras seis personas, seguía prófugo anoche. La policía estaba buscándolo intensamente en base a un identikit que no se difundió por orden de la Justicia, con la convicción de estar "tras un loco, un insano".

Peritos forenses se disponían anoche a realizar la autopsia al cuerpo de Alfredo Marcenack, un joven de 18 años, nadador federado oriundo de Necochea, que había llegado a Buenos Aires para estudiar kinesiología. Alfredo fue alcanzado por tres balazos -uno en la cabeza y dos en el pecho- cuando caminaba con amigos rumbo a tomar un café.

"Le tiraba a matar a Alfredo", afirmó ayer Pablo Jadoe, uno de los amigos, que fue herido y se encontraba fuera de peligro, como el resto de los lesionados.


Los rasgos
Los investigadores creen que el atacante fue una persona con las facultades mentales alteradas, de unos 35 años. Se lo describió como un sujeto alto, de un metro 85 de estatura, de aspecto atlético, con tez blanca, el pelo corto, negro, casi rapado, que en el momento del ataque usaba una gorrita, jeans y una campera negra como las del personal de seguridad y que incluía la bandera argentina en el brazo, según la descripción de un jefe policial.

Así, el sospechoso tiene características "militares o paramilitares" que indican que fue "entrenado" en el manejo de armas, dijeron fuentes del caso. Eso es lo que revelan los indicios de su apariencia, la destreza con la que tomó con dos manos la pistola calibre 3.80 que llevaba, la certeza que tuvo para disparar a distancia y la celeridad y frialdad a la hora de escapar.

Incluso, las fuentes dijeron que el hombre disparó "diez veces", pero no llegó a "vaciar el cargador" y escapó a bordo de un colectivo de la línea 80 del que se bajó a las dos cuadras, con rumbo desconocido.

La jueza de instrucción María Pombo y el fiscal Mariano Solessio no autorizaron aún la difusión del identikit que armó en la Policía Científica con el aporte de los testigos. Sin embargo los investigadores rastrillaban distintas zonas para ubicarlo mientras pidieron colaboración a la población pues, pese a la gran cantidad de personas que había en Belgrano a la hora del ataque, sólo cuatro testigos aportaron datos valiosos.

Los detectives están buscando también pistas para saber si este sujeto habría atacado a tiros en marzo a una chica en una confitería de Cramer y Juramento, en Belgrano "R". En esa ocasión el sujeto escapó en bicicleta.

Los padres de Marcenack llegaron ayer desde Necochea para retirar los restos de su hijo, pero los expertos forenses estaban realizando distintas diligencias y trámites en la Morgue Judicial para iniciar la autopsia, indicaron fuentes del caso.

"Para mí le apuntaba a Alfredo. Le tiraba a matarlo a Alfredo", afirmó Jadoe, quien fue herido en el ataque y ayer fue sometido a una pequeña intervención en el Sanatorio Anta de Ciudadela y hoy sería dado de alta. Otros cinco heridos del ataque ya están fuera de peligro y fueron llevados a distintos centros privados.

Los pesquisa dijeron que uno de los trabajos ahora es el de los peritos balísticos, que procuran establecer si la pistola calibre 3.80 empleada para cometer el ataque anteayer pudo ser la misma que se utilizó en dos hechos similares de violencia ocurridos también en Belgrano.

Uno de esos episodios fue en marzo pasado cuando un joven disparó en forma indiscriminada e hirió a chica de 17 años que estaba con su novio en una confitería situada en Cramer y Juramento. La joven resultó herida de dos balazo, mientras que el agresor escapó en bicicleta. Otro caso ocurrió meses antes en Olazábal y Vidal, cuando un motociclista disparó contra un colectivo de pasajeros y huyó. (DyN-Télam)

Alfredo Marcenack murió a los 25 minutos de ser baleado.