Kenia gana primer Mundial de Fútbol Callejero en Berlín

Berlín- Kenia se consagró hoy campeón del primer Mundial de Fútbol Callejero tras imponerse por 2-1 a Sudáfrica en penales en la final celebrada en Berlín.

El campeonato, en el que se trató sobre todo de impulsar la paz, la tolerancia y el entendimiento entre los pueblos, fue considerado un enorme éxito por sus organizadores.

Desde el domingo pasado, el estadio de 15 por 25 metros con capacidad para 2.200 personas, levantado especialmente para la ocasión en el barrio de Kreuzberg, el más multiétnico de la capital alemana, se llenó prácticamente todos los días para ver jugar a los 22 equipos de jóvenes procedentes de proyectos sociales de todo el mundo.

Con un gol a un minuto del final, Kenia empató 2-2 en el tiempo reglamentario (dos veces diez minutos) con Sudáfrica y se alzó finalmente con la “Copa Andrés Escobar” tras ganar en los penales a Sudáfrica.

El trofeo del Mundial de Fútbol Callejero lleva el nombre del jugador colombiano asesinado en 1994 tras marcar un autogol en el Mundial de Estados Unidos.

El torneo, que formó parte del programa artístico y cultural oficial del Mundial de fútbol de Alemania 2006, fue inaugurado el domingo 2 de julio por el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter.

Entre los equipos, cuya meta, además de marcar goles, es la lucha contra las drogas, la violencia, la pobreza y el racismo, participó uno compuesto por israelíes y palestinos.

Entre las reglas del fútbol de la calle está el que no haya árbitros y que también algunas chicas participen en los equipos. Además, el balón del torneo llevaba el sello del comercio justo.

De Latinoamérica participaron proyectos sociales de Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Colombia.

Antes del inicio del Mundial de Fútbol Callejero, generó polémica el hecho de que las autoridades alemanas negaran la visa de ingreso al país a las selecciones de Ghana y Nigeria.

La idea de organizar ligas de fútbol callejero partió del alemán Juergen Griesbeck, quien comenzó a desarrollar el proyecto en 1994 en Medellín tras el asesinato de Andrés Escobar. (DPA)