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 sábado, 08 de julio de 2006  
Yo opino
Acerca del debate por la nueva ley de educación

Rafael Cao (*)

Yo opino. Espacio de opinión de chicos y jóvenes.
El abandono de la educación pública se ve hoy reflejado tanto en el estado de los edificios como en los bajos salarios docentes, pasando por los niveles de deserción, la falta de materiales y los resultados de los exámenes de ingreso a la facultad. Todos sabemos que esto es producto de la ley federal, que desde los años 90 a esta parte, ha terminado con la educación técnica, desentendido totalmente al Estado nacional del financiamiento de la educación, dividido al sistema educativo en 24 pedazos y destruido el salario y las condiciones de trabajo de los docentes. El gobierno de Kirchner se ve obligado a responder a esta situación y ha salido con una gran campaña en la que abre un debate para tener lista una nueva ley de educación nacional para octubre.

El engaño está en qué tipo de debate se quiere abrir. Los plazos para la discusión de los docentes son irracionales cuando ni siquiera se ha difundido el documento en las escuelas. La encuesta que consta de 20 preguntas no toca los temas fundamentales de la reforma y, además, la participación de los estudiantes, docentes y padres se hace de forma separada. Pareciera, por todo esto, que en realidad el gobierno ya tiene preparada la ley y esto es sólo una ilusión de participación. Como en los 90, lo que se busca es aprobar un proyecto ya cocinado, legitimándolo falsamente.

A simple vista el proyecto del gobierno puede sonar muy bien, ya que habla de justicia e igualdad de derechos. En cuanto al presupuesto, no se piensa modificar la ley de financiamiento educativo aprobada a fin del año pasado. Según esta ley, recién en 2010 se destinará un 6% del PBI a la educación (o sea lo que se tendría que haber destinado en 1998). Mientras se siguen subsidiando las escuelas privadas, el gobierno no destina suficiente plata para educación pero sí para pagar la deuda externa.

El documento apoya la ley de educación técnico-profesional aprobada a fin del año pasado. Esta ley surge de un acuerdo entre empresarios y el gobierno para legalizar las pasantías como fuente de mano de obra prácticamente esclava y sin derechos laborales, en un país donde 6 de cada 10 trabajadores son precarizados ¿A esto se referirá el documento con "educar para la productividad y el crecimiento"?

La frase "es necesario que la formación básica y universal brinde las oportunidades educativas que fortalezcan todas las dimensiones de la personalidad cultural, social, estética, ética y religiosa" merece un párrafo aparte. El Estado no puede permitir que la iglesia eduque, ya que está avalando la increíble censura que aplica sobre los contenidos. El ejemplo más claro de esto es la negativa por dar algo tan indispensable como educación sexual en las escuelas. En la escuela no deben enseñarse creencias o dogmas, ya que esto significa manipulación ideológica, necesitamos una educación verdaderamente científica.

Como conclusión, creo que el documento del gobierno apunta a un proyecto no muy diferente al de la ley federal de educación. El presupuesto educativo no se discute y el Estado nacional se sigue desentendiendo del financiamiento de la educación. Los intereses del empresariado y de la Iglesia se siguen garantizando ya que ni se toca la educación privada, la educación "de calidad" sólo la puede obtener el que la pueda pagar y los estudiantes seguimos siendo esclavos de las empresas que nos toman como pasantes.

Los estudiantes debemos exigir nuestra participación y decisión, porque una educación realmente pública, laica, gratuita, no dogmática, científica y puesta al servicio del pueblo, debe ser discutida por nosotros junto a docentes, padres y trabajadores. No nos sirven de nada consultas por separado para cada sector, debemos transformar cada escuela en un ámbito de discusión de donde salgan propuestas. Sólo de esta forma la nueva ley reflejará las necesidades educativas de los trabajadores y el pueblo, sin la Iglesia y los empresarios censurando y condicionando los contenidos, sin pasantías esclavistas ni subsidios a la educación privada y aumentando el presupuesto para que nuestras escuelas no se caigan, tengamos los materiales necesarios para estudiar y para aumentarle los salarios a los docentes.

La educación está inmersa en una realidad social, yo cuestiono esta educación y también esta sociedad. Creo que es fundamental la organización estudiantil en cada escuela y la militancia para cambiar la realidad . Yo milito en el Centro de Estudiantes del Politécnico y en la Agrupación Juvenil Tinta Roja.

(*)Tiene 17 años y es de Rosario.
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