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sábado,
08 de
julio de
2006 |
Juventud y
adicciones
Ultimamente está instalada en la sociedad la discusión sobre la venta de drogas en diferentes lugares y dispares implicancias. Creo que estamos eludiendo el verdadero debate. ¿Qué estamos haciendo y cómo estamos pensando la problemática de los niños en las calles, desamparados en mundos densos y agresivos, sin posibilidad de proyectarse en una vida digna, de utopías e ilusiones juveniles? ¿Cómo ideamos un proyecto educativo que contemple a los jóvenes en discusiones profundas, acerca de sus creencias y sus desilusiones permanentes de parte del mundo adulto? ¿Qué pensamos hacer con aquellos jóvenes que ya están usando diferentes drogas y no tienen la chance de contar sus historias por temor a ser discriminados y colgados en el living de su casa, con sus verdugos adultos increpando sus fallas adolescentes? Me parece que la clase política tiene la mente en otra cosa, no hay ningún tipo de interés real en proteger y desarrollar un país basado en jóvenes verdaderos, sólidos en sus creencias y diferencias, solidarios y creativos. ¿Acaso nos salvará la arbitrariedad y sus bases nefastas, fundadas en conceptos históricos represivos, que nada tienen que ver con el mundo de hoy? Luego de 20 años de trabajar en la problemática de las adicciones con miles de jóvenes veo con pesimismo y tristeza que no avanzamos, sólo retrocedemos en el camino de la vulgaridad y el desdén. Hay que trabajar sobre esos valores que forman seres completos, pensantes, distintos, seguros de sus actos. Hay que trabajar con el arte, a través de la literatura, el teatro, el cine, la música, la pintura y la educación. Me parece que la verdadera discusión pasa por estos lugares para que esta sociedad no siga cayendo en sus mismas miserias y podamos pensar una vida más significativa. En definitiva, elevar la mirada hacia los temas que hacen grandes seres humanos, y estos grandes naciones.
Osvaldo S. Marrochi (presidente Fundación Esperanza de Vida),
DNI 17.102.457
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