Kirchner rechazó la propuesta de concertación lanzada por la UCR

"Ir a besarme con el que piensa distinto sería una hipocresía", se plantó el primer mandatario

El presidente Néstor Kirchner insistió ayer con su particularísima propuesta de concertación plural con dirigentes de diferentes sectores, pero sin la participación de estructuras partidarias, como lo alientan desde el radicalismo y el socialismo.

"Creemos firmemente en el esquema de la concertación plural, pero eso no es ir a besarnos y gobernar junto con el que piensa totalmente distinto que nosotros, sería un acto de alta hipocresía", afirmó, para advertir que de lo contrario emularía "esos acuerdos nacionales que terminan siendo después verdaderos fraudes para las poblaciones".

Antes de que se cumplieran 24 horas del pronunciamiento de la UCR sobre la necesidad de ejercer un rol opositor y abrir las puertas al diálogo político con el gobierno pero en forma institucional, Kirchner -desde Madrid- sostuvo que está dispuesto a trabajar con "aquello que quieren construir un país alternativo, diferente y nuevo".

"No creemos que desde una sola visión se pueda resolver globalmente la Argentina, pero sí creemos que están claramente diferenciados los dos proyectos que hay por adelante: por un lado la construcción de la Nación y por el otro seguir sintiéndonos apéndices de otros proyectos que no tienen nada que ver con los argentinos", sentenció.

Si bien se avanzó en la construcción de una alianza de centro progresista entre duhaldistas y radicales con la eventual candidatura de Roberto Lavagna, durante un encuentro reservado, ayer también siguieron sumando voluntades al proyecto kirchnerista.

El secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, recibió hace 48 horas a intendentes de Córdoba, provenientes del radicalismo, que adhieren a la concertación plural convocada por Kirchner y que encabezan los gobernadores K y jefes comunales de distintos puntos del país.

En su mensaje ante residentes argentinos en España, en el cierre de su gira en Madrid, el jefe del Estado volvió a referirse al periodismo y dijo que defiende que en la Argentina "los que piensan diferente tengan la posibilidad de discutir con absoluta claridad".

"Es muy importante construir la libertad de prensa. Yo discuto mucho con muchos periodistas y dueños de los medios, pero cuidado, yo quiero libertad de prensa y no libertad de empresa solamente, porque algunos, a veces, buscan la libertad de empresa por arriba de la libertad de prensa", subrayó.

Kirchner advirtió que "el hecho de ser dueño de un medio no autoriza a decir cualquier cosa en nombre de la libertad de prensa" y agregó: "Me pueden decir cualquier cosa, porque le seguiremos contestando porque no tenemos miedo".

El presidente reveló que antes de asumir recibió la recomendación de abstenerse de impulsar la inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final, y denunció que la dirigencia política "trabajó mucho en pos de una concertación cívico-militar para consolidar la impunidad" de los represores.

Kirchner celebró el comienzo del juicio en La Plata contra el ex jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz por violación a los derechos humanos y prometió que mientras esté al frente del Poder Ejecutivo Nacional "no habrá pacto a la impunidad" y que "memoria, verdad y Justicia serán banderas centrales" de su gestión.

No obstante, denunció: "La clase política argentina, entre 1988 y hasta que me tocó asumir a mí, trabajó mucho para una concertación cívico-militar para consolidar la impunidad".

"En los días previos a asumir, muchos me vinieron a ver y me dijeron: «Para que tengas más espacio para poder gobernar sería bueno que se declare la constitucionalidad de las leyes». Esto no lo dije nunca y lo quiero decir acá. Y yo no sabía cómo lograr el tiempo necesario para poder asumir y que eso no se dé", reveló.

El presidente confió que le respondía a sus interlocutores (a quienes no identificó) "por favor esperen, lo hacemos cuando me toque asumir" y agregó: "Está a la vista que mi pensamiento era absolutamente diferente, pero ellos creían que la salida de la Argentina pasaba por ponerle una brecha al pasado".

El presidente estuvo con el Mono Burgos.