Diego hizo ruido

Celebró con una fiesta en Alemania los 20 años de la Mano de Dios

Diego Maradona celebró hasta altas horas de la madrugada de ayer los 20 años de la Mano de Dios, según informó el diario sensacionalista alemán Bild. La fiesta, con cánticos y baile, se celebró en la pizzería Machiavelli, en Francfort, y al parecer fue demasiado estruendosa para los vecinos, que llamaron a la policía.

  “Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el 86”, cantaban Maradona y sus amigos, según el periódico, que tuvo a una reportera infiltrada en el festejo. “¡Somos los mejores! ¡Somos invencibles!”, gritaba el ex jugador.

  Apenas una hora después del empate ante Holanda en el último partido del Grupo C, Maradona ya había llegado al local con 14 acompañantes, entre ellos el músico Fabián Zorrito Quintiero, todos ataviados con camisetas albicelestes.

  Comieron carpaccio de atún, spaghetti con trufas y pescaditos en ajo, todo generosamente regado con vino tinto piamontés y luego con champagne. El diario publica numerosas fotos de la velada. También estuvo la hija menor de Maradona, Dalma, que se retiró sin embargo poco después de la una.

  Entre los presentes estaba el ex jugador alemán Andreas Moeller, que cenaba en la parte delantera del local. “Diego es mi ídolo. Quiero darle la mano”, dijo Moeller, y su deseo se hizo realidad. Maradona apareció y lo abrazó.

  “Me alegro tanto de estar aquí. Me siento como en casa”, dijo Diego, que celebró la intervención divina ocurrida el 22 de junio de 1986 en cuartos de final ante Inglaterra.

  “Fue esta mano. La izquierda”, recordó eufórico el ex jugador extendiendo el puño al igual que en aquel entonces cuando superó al arquero inglés Peter Shilton para marcar el 1-0 en el minuto 51.

  Tres minutos después, con el gol del siglo sentó las bases para la victoria 2-1 final. “Fuimos campeones hace veinte años y lo volveremos a ser. Venceremos a los ingleses veinte años después. En la final”, afirmó el astro.

  A las 4.18, llegó la policía alertada por los vecinos. Media hora después, los guardaespaldas escoltaron a Maradona hasta el hotel. Por estas horas, el Diez ya debe estar recuperado de la resaca y listo para ver Argentina-México en Leipzig. Diego está siguiendo a la selección como el hincha número uno desde la tribuna VIP.