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sábado,
24 de
junio de
2006 |
Cualquier cosa por un ticket
Muchos de los que llegaron a Alemania sin tickets para ver el Mundial hacen cualquier cosa por conseguir una entrada. Es el caso de tres jóvenes argentinos que no podían pagar los precios de la reventa y gracias a un ardid consiguieron localidades reservadas para discapacitados.
"Da un poco de vergüenza pero no nos quedaba otra, no podíamos pagar 500 euros una entrada, si trajimos 200 para todo el Mundial", relató Claudio, un argentino de 29 años que consiguió a buen precio su ticket para el partido ante México, igual que frente a Holanda.
Claudio y otros dos muchachos lograron entradas de las que se habían reservado para discapacitados, pese a no sufrir ningún impedimento físico. ¿Cómo hicieron? Alquilaron tres sillas de ruedas, compraron las entradas y así vieron Argentina-Holanda y podrán hacerlo hoy ante México.
En el partido la pasión pudo más y cuando atronó "el que no salta es un inglés", Ernesto no pudo con su genio y dio saltos que hubiera envidiado hasta el cubano Javier Sotomayor.
"Fue increíble, no sabíamos cómo hacer para sentarlo. Al lado nuestro había un alemán que debe haber pensado que ocurrió un milagro, porque en sus cabezas no debe entrar la posibilidad de que alguien haga algo así para ver un partido", comentó Gustavo, el tercer argentino en cuestión.
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