En el cole, los pibes se "abrocharon" a la tele

Por pantalla gigante o por la tele de 21 pulgadas. En el centro y en los barrios. En aquellas escuelas donde los chicos no faltaron, el Mundial se metió con todo, y los mantuvo frente a las pantallas. Al ritmo del "vamos, vamos Argentina", en tono bien estridente, los pibes disfrutaron el 6 a 0 frente a Serbia y Montenegro.

El fútbol fue como Dios y permaneció en todos lados. "Estamos en una sociedad y el Mundial es parte de esa sociedad". Bajo esa consigna, y con el aporte de 1 peso por padre, en la escuela Nº1.028 Nuestra Señora de la Asunción se colocó una pantalla gigante para que los alumnos vieran el partido. Y así, tras un emotivo acto por el Día de la Bandera, 344 alumnos de entre 4 y 12 años vivieron el juego. Muy pocos faltaron a la cita en el salón de actos de San Martín al 1700. Y los chicos del colegio franciscano se tiraron todo encima: camisetas (con Messi y Riquelme como favoritos), gorros, banderas de todos los tamaños y vinchas.

"El que no salta es un inglés", fue el primer aliento sostenido. Mientras las maestras trataban de que las blancas palomitas que estaban en cuclillas no se golpearan por el fervor, la respuesta más escuchada era: "Pero señooo".

Llegó el 1 a 0. Y así se instaló un sostenido "ole, ole, ole" que daba la impresión de que el equipo mandaba en la pantalla. Y los pibes exclamaban uyyyy, con cada gol errado, y enloquecían cuando el seleccionado hacía bailar a la pelota. El primer tiempo terminó 3 a 0. "Siento que trajimos el mundo a la escuela", reflexionaba la vicedirectora Alicia.

Unas 20 cuadras al sur, en la escuela Nº658 "Fundación San Cristóbal", se rompió con todas las reglas. Sólo 50 de los 650 pibes del turno mañana fueron a clase. En Garay al 700 no había pantalla gigante y el puñado de pibes, junto a sus maestras, se hizo racimo alrededor de un televisor de 21 pulgadas ubicado en el salón de actos. Otra realidad. Tibieza y orden. Aplausos para el cambio de Tevez y locura con el ingreso de Messi. Y más. Las nenas miraban el partido en las sillas más alejadas del tele. Eso hasta que entró Messi. Ahí, todas se pegaron a la pantalla, entre suspiros.

"¿A vos te parece lindo Messi?", le preguntó uno de los chicos a la fotógrafa de La Capital. La respuesta fue "no". Y a los pocos segundos Lionel clavó el 6 a 0. El chico la miró resignado y dijo: "Pero juega bien". Después, sólo hubo tiempo para recoger las sillas y acomodarlas en su lugar. Ya eran las 12.15, momento de la salida.

"Nosotros estamos en la gloria. Si en las escuelas de la periferia no hay gas, mucho menos un televisor", exclamó una de las docentes de un colegio carenciado.