Cuatro candidatos

Argentina, Brasil, Italia y Alemania aparecen como los favoritos

César Luis Menotti / Ovación Mundial (DPA)

En este Mundial, por historia y mentalidad para afrontar estas competencias, hay cuatro candidatos: Italia, Alemania, Brasil y Argentina. Además, un protagonista prometedor como Holanda, al que veo con muchas posibilidades de levantar la Copa.

  El fútbol-juego tiene una de sus últimas oportunidades de recuperar una relación afectiva con el público. Hay una profunda necesidad de reivindicar conceptos esenciales de este hermoso juego. Sobre todo porque estamos huérfanos de grandes figuras. Ya no hay un Pelé, Maradona, Cruyff, Di Stéfano, Beckenbauer, Rummenigge, Littbarsky o Van Basten, por citar a los ejemplos más emblemáticos.

  Alemania 2006 coloca a Brasil como el gran candidato. Por individualidades y riesgos asumidos. Si aparece Ronaldo en su mejor versión, sus chances de quedarse con la Copa son inmejorables.

  Alemania nunca defraudó y ser local es una ventaja que aumenta sus posibilidades. Ya no cuenta con el brillo de individualidades de otras épocas, aunque tiene posibilidades de llegar a instancias finales.

  Es la primera vez que pongo a Italia como candidato. Porque responde a la búsqueda de la eficacia apostando por el buen juego que distingue a Marcelo Lippi como entrenador.

  Argentina es candidato natural. No conozco el equipo ni su dibujo geográfico. Aunque en los ensayos Pekerman hará los toques definitivos que se necesitan, más allá de que el funcionamiento aún genera dudas.

  Holanda asoma como una selección con atributos capaces de convertirla en una amenaza tangible para los candidatos y aspirar al título. Con México se dibujan sueños inéditos de ubicarse entre los semifinalistas. Trabajó bien, pero me preocupa si estará a la altura de las circunstancias, sobre todo en las situaciones límites.

  Portugal es una incógnita. Tiene materia prima, pero no sé si podrá sacarse el rótulo de eterna promesa. Francia dejó de ser candidato, hoy es protagonista. Hay jugadores, lo que no sé es si recuperaron el fuego sagrado que los llevó a ganar el Mundial 98.

  Un párrafo especial para España. Se habla de que no tiene raza de campeón por su historia. Creo que la puede tener en la medida en que apueste a los muy buenos jugadores que tiene. Está capacitado para armar un buen equipo y transformarse en una grata sorpresa.

  Lo que sí advierto es una declinación del fútbol africano, a excepción de Costa de Marfil. Añoro el nivel de Camerún, Nigeria y Senegal en mundiales pasados. Hoy cambiaron los nombres, que aparecen lejos de la pureza y la eficacia y sobre todo las propuestas de aquellos.

  Por último, quiero referirme a ese reiterado y frívolo cuestionamiento de cierto sector de la prensa que habla del aspecto físico de un futbolista. El ejemplo es Ronaldo, condenado por el dedo acusador de quienes portan credencial de sabiduría eterna. Dicen que está gordo. Bueno, muy bien, a mí denme muchos Ronaldos. También había un gordito por ahí, compatriota para más datos. Se llamaba Diego...

  Estoy harto de las críticas prejuiciosas sobre la imagen estética del futbolista. Alguna vez, la prensa debería tomarse un minuto y atender a otros detalles más relevantes.

  Ah, perdón. Si por ahí ven algún pelado que se llama Di Stéfano y otro Bobby Charlton, o un chiquitito cabezón que responda al nombre de Sívori, no duden: los quiero en mis equipos.

Argentina es una de las elegidas por el Flaco.