McDonald's evitó acusar a Castells

La empresa McDonald's se abstuvo ayer de presentar cargos contra el jefe piquetero Raúl Castells, en el primer día del juicio por supuesta "extorsión" que se sustancia en Capital Federal, a raíz de una protesta realizada en 2004 para pedir 50 mil menúes denominados "cajita feliz".

Ante la posición de la compañía de origen estadounidense en el proceso, el dirigente social acusó al gobierno de estar detrás de las acusaciones y advirtió que lo ocurrido por la mañana en el tribunal fue "un papelón".

Castells, que llegó para afrontar el proceso junto a militantes del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), advirtió que por la decisión de McDonald's de no presentar cargos, ellos decidieron retirar sus testigos.

Antes de ingresar al tribunal, el jefe piquetero rechazó su rol de "acusado" en el juicio oral al que es sometido por reclamar 50.000 unidades de "cajita feliz".

Castells refutó los cargos por "extorsión" a McDonald's y argumentó que los empresarios reconocieron ese hecho.

Mientras se desarrollaba el proceso, un grupo de adherentes del MIJD realizó una manifestación en plaza Lavalle, frente a Tribunales, y se retiraron minutos después de las 14.

En la causa figura una carta de directivos de McDonald's admitiendo que el piquetero no los presionó ni los amenazó para que le entregaran las viandas de comida durante la manifestación de diciembre de 2004, destinadas a sectores empobrecidos de la población, ante la inminencia de la Navidad.

Culminada la jornada, y en las puertas de los Tribunales, Castells acusó al gobierno de haber "apretado" a la empresa para que existiera una declaración en su contra, pero ellos "aclararon que no fueron amenazados, ni intimidados, ni extorsionados", por los militantes.