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miércoles,
31 de
mayo de
2006 |
Cuestionan en Cañada una ordenanza para boliches
Walter Gasparetti / La Capital
Cañada de Gómez. - Una nueva disposición municipal que fija un tope en cuanto a la cantidad de personas que ingresan a las confiterías bailables, discotecas, cantinas, pubs y bares, entre otros comercios que funcionan en horario nocturno, provocó un reclamo de los propietarios de este tipo de locales para que la medida sea reconsiderada por las autoridades.
El régimen recientemente reglamentado comenzó a regir con algunos inconvenientes. Hace algunos días, varios jóvenes que no pudieron ingresar a un pub céntrico forcejearon con los inspectores municipales y personal policial en momentos en que la fuerza pública se disponía a hacer cumplir la ordenanza.
"Fue una situación difícil a tal punto que algunos chicos presionaron hasta que entraron por la fuerza. Se quejaban porque desde el exterior observaron que el local contaba con espacio suficiente como para albergarlos. El municipio debe considerar la nueva disposición", comentó el propietario del lugar, Roberto de la Fuente.
La reglamentación municipal indica que en esos locales sólo puede haber una persona y media por cada metro cuadrado. Los propietarios de los boliches solicitan que esa cantidad sea elevada a dos personas y que se establezcan los metros útiles de cada una de las propiedades y que no se subdividan en patios y espacios cubiertos como fija la ordenanza.
Los ediles mantuvieron una reunión con representantes de la firmas involucradas en la que se comprometieron a hacer un estudio de la situación. "Ellos entienden el serio perjuicio que esto está ocasionando a la cadena comercial del negocio. En nuestro caso tuvimos que suspender personal afectado a determinadas tareas", añadió otro de los perjudicados, Gonzalo Bachmann.
Nueva reglamentación
La ordenanza de la discordia, la Nº5.632, fue aprobada en noviembre del año pasado. Allí los concejales plasmaron una nueva reglamentación para la habilitación y el funcionamiento de los comercios. Luego de definir cada una de las actividades determinaron el factor ocupacional, uno de los aspectos que hoy se ponen en duda.
"Hay que considerar que muchos jóvenes se van a ir a otras localidades por no poder ingresar con el peligro que conlleva transitar por la ruta 9. Además observamos que los chicos quieren ingresar porque afuera hace frío y tienen espacios suficientes como para hacerlo", añadió De la Fuente.
Un decreto posterior a la sanción de la ordenanza fija el tope de personas que pueden ingresar a los locales. En La Diosa, por ejemplo, solo pueden hacerlo algo más de mil personas; en Macados alrededor de dos mil, incluyendo los bares internos, y en el Foro, otro de los lugares de moda, cerca de 800 personas teniendo en cuenta su patio.
"Queremos que para los clubes e instituciones exijan exactamente lo mismo, idénticas medidas de seguridad, recaudo, seguros obligatorios, cobertura médica, permisos y que se cerciore de que las instalaciones a utilizarse estén en condiciones", señalaron los bolicheros en una nota ingresada al Concejo Municipal.
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