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miércoles,
31 de
mayo de
2006 |
No hay esperanzas de hallar
sobrevivientes en Indonesia
Aunque la ayuda aumentó, muchas víctimas del terremoto se quejan porque la asistencia no llega
Bantul. - Las esperanzas de encontrar a más sobrevivientes del devastador sismo en Indonesia se desvanecieron ayer, mientras trabajadores de asistencia se concentraban en ayudar a los damnificados. Las cifras oficiales indicaron que ya llegan a casi 5.700 los muertos por el terremoto del sábado.
El jefe de un equipo de ayuda de emergencias proveniente de Malasia dijo que no esperaba encontrar a más sobrevivientes o cadáveres bajo los escombros. "Las casas derribadas eran tan pequeñas que cualquier persona atrapada en ellas ya hubiera sido sacada por sus familiares", aseguró el superintendente Abdul Aziz Ahmad. También indicó que su grupo encontró apenas un cadáver el lunes, al revisar el distrito de Bantul, la zona más afectada por el sismo.
La mayor parte de los sobrevivientes del terremoto viven en refugios improvisados cercanos a sus derruidas casas o levantados en arrozales. Los hospitales permanecían repletos de pacientes, muchos de ellos cubiertos de sangre. Conseguir alimentos y agua potable sigue siendo un problema grave. Y miles de personas han salido a las rutas a mendigar dinero y abastecimientos.
Unos 20 infantes de marina llegaron en dos aviones militares de carga a la histórica ciudad de Yogyakarta para descargar maquinaria pesada y un hospital móvil, mientras malasios, chinos y japoneses llegaban a proporcionar equipo médico y suministros de emergencia para algunas de las 200.000 personas que se quedaron sin hogar.
Un equipo de 44 médicos, trabajadores de asistencia y sismólogos de China llegó con cinco toneladas de abastecimientos, dijo la agencia noticiosa Xinhua. Tailandia informó que enviará a 48 médicos militares al área, junto con medicinas y equipos. Y asistentes de Malasia, Singapur y otras naciones ya están trabajando en la zona.
Sin embargo, muchos sobrevivientes, que vienen soportando lluvias torrenciales y el fuerte sol tropical, se han quejado de que no han recibido suficiente asistencia. En una zona próxima a la ciudad de Bantul, Jumadi y sus dos hijos adolescentes pedían dinero a los automovilistas. "Nuestro poblado tiene muchas víctimas, las casas están todas destruidas y no hemos recibido ayuda del gobierno. Esto es todo lo que podemos hacer", dijo.
"Cada día pasan camiones con letreros que dicen «ayuda por el terremoto», pero no podemos detenerlos", se quejó Siwo Sudarmo, uno de los miles de afectados, y añadió que dependía de las donaciones de dinero hechas por transeúntes para comprar agua potable y fideos.
Edward Beigbeder, jefe de las operaciones en Yakarta de la fundación para la niñez de Naciones Unidas, señaló que la ayuda entrante era insuficiente para satisfacer las demandas de los afectados. "Estamos haciendo una carrera contra el reloj. Es muy difícil tratar de ayudar a 120.000 personas en dos días", admitió.
Entretanto, el Banco de Desarrollo Asiático anunció ayer que otorgará subsidios y préstamos a bajo interés por 60 millones de dólares para que el gobierno de Yakarta reconstruya viviendas en la zona afectada.
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Los más chicos desafían la destrucción.
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