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sábado,
22 de
abril de
2006 |
Nenas y nenes en un mismo espacio
Uno de los cambios más relevantes introducidos con los cambios que trajo la ley federal fue terminar con la división que indicaba que los chicos debían ir a taller y las chicas a actividades prácticas. Aunque a decir verdad, ya sea por comodidad o por convicción, en los hechos esto no termina de consolidarse: todavía hay varias escuelas que siguen sin permitir que las nenas participen de las clases de carpintería, herrería o mimbrería.
En general, por la presión de las escuelas taller, de los supervisores y de las mismas chicas esta situación está en discusión y en algunos casos se ha logrado trabajar con los grupos mixtos.
En uno de los salones de la Escuela Nº33 surgió el debate sobre por qué las nenas también tienen que aprender trabajo manual. No fue casual, ya que el grupo que en ese momento estaba en clases pertenecía al Colegio Nuestra Señora de los Angeles y era el primer grupo de nenas que la escuela permite que concurran al taller.
"Nosotras no vinimos el año pasado porque hicimos tecnología en la escuela", dicen a coro las chicas de este 6º año. "Hacíamos polleras, manualidades, cocinábamos, dibujamos, hicimos un tablero de damas, pero cuando ellos llegaban a la escuela con las cosas que hacían en el taller a nosotras nos encantaban y queríamos también trabajar de la misma manera", relatan sobre prácticas que prefieren cambiar.
Nadia, como las otras nenas, esperó dos años para llegar al taller y está ansiosa por comenzar: "Nos va a servir para reciclar materiales y hacer cosas nuevas". "Todos necesitamos saber lo mismo y también podemos vivir de fabricar cosas hechas con madera", especificó David.
"En otra época sólo los varones tenían acceso al trabajo manual de carpintería, herrería y mimbrería. Pero todos tienen que aprender lo mismo, las nenas también pueden", explica la docente que acompaña al grupo.
Grovet, docente de la Escuela Taller Libertad cuenta que no siempre es sencillo que los directivos y maestros lleven a las nenas al taller, aunque desde la ley federal esto sea obligatorio. Y cita enseguida, el ejemplo de la Escuela Nº 56 Almafuerte, desde donde no sólo asisten todos, sino que también se suma la profesora de actividades prácticas.
Varios de los establecimientos consultados manifestaron la complicación que se presenta a la hora de acordar entre los maestros de taller y los de actividades prácticas, también aparecen dificultades para sincronizar los horarios y los traslados de los chicos. "En este sentido, la escuela técnica ha dado un paso adelante revisando lo hecho, esperamos que también se revea la aplicación de la ley en la escuela taller", dice Melia Bordi, que además recuerda el reclamo de muchos padres y alumnos para que el 7º año de la EGB vuelva a tener taller.
En el mismo sentido el director regional Humberto Cancela afirma: "Estamos en continua revisión, incluso la misma norma está en consideración y análisis permanente, la ley de educación técnica de reciente aprobación es una prueba de que estamos trabajando para modificar la ley federal y su implementación".
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