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 sábado, 22 de abril de 2006  
Además, sin edificios propios
El problema de los establecimientos alquilados también alcanza a las escuelas taller

"En mayo se nos vence el contrato, y aunque dicen que nos van a dar una prórroga hasta fin de año, estamos buscando -sin suerte hasta la fecha- una casa por la zona para alquilar", manifiesta preocupada Ana María Grovet, docente de la Escuela Taller Nº 33, de Salta casi esquina Balcarce.

Esa zona de la ciudad es protagonista del boom de la construcción lo que implica que toda las propiedades se han revalorizado, los terrenos, las casas antiguas y los alquileres cotizan desde hace un par de años con valores altísimos. Luego de la debacle bancaria y económica de 2001 invertir en propiedades es una de las alternativas más viables, por lo que construir torres monumentales es moneda cotidiana y las empresas constructoras tientan a los dueños de las propiedades con cifras con muchos ceros.

Las escuelas no escapan de esta realidad, en muchos casos no funcionan en mobiliarios de la provincia y se encuentran atrapadas en esta encrucijada porque no les renuevan el alquiler, porque la renta es muy elevada o porque no tienen donde trasladarse.

"La casa la tenemos que buscar nosotros, por esta zona porque tiene que estar cerca de las escuelas, tiene que ser un lugar grande porque necesitamos cuatro salones y se hace muy difícil ya que las casas se demuelen para hacer edificios", prosigue Ana María.

Pero la escuela de calle Salta tiene una alternativa que todavía no ha podido ser evaluada positivamente por el Ministerio de Educación. "En el 2001, la cooperadora compró una casa a dos cuadras de la actual pero sólo tiene dos habitaciones y no tenemos dinero para seguir construyendo. Además la provincia nos exige cuatro salones para funcionar, pero nos falta el dinero para construirlos".

El Fondo de Asistencia Educativo (FAE) podría construir los salones que faltan, pero el requisito es que la cooperadora done la escuela a la provincia, la cual a su vez debería garantizar que la casa comprada por la cooperadora de la Escuela Taller Nº 33 sea utilizada para que ésta siga funcionando.

El temor está entonces en que se done el edificio y la provincia lo use para otro fin. La escuela taller pide incorporar una cláusula que garantice tal pedido, algo que el Ministerio no acepta.

El alquiler actual es de 1.200 pesos al mes y se incrementaría a dos mil pesos, si es que los dueños no deciden vender la propiedad. Al respecto, el director regional, Humberto Cancela, dijo que la intención del gobierno provincial es mantener a las escuelas donde están, "queremos conservar los lugares donde funcionan actualmente y en la medida de lo posible buscar espacios definitivos".

Por el alquiler de la Escuela Nº 35 se pagan 1.400 pesos de alquiler, un precio recientemente negociado y que les permite seguir en el actual edificio, al cual ya se le han hecho varios arreglos en los techos. Sobre la situación, la directora Mirta Carrerou es contundente: "La guerra de los alquileres está instalada en toda la sociedad, no solamente en los dueños de las escuelas, esto es el neoliberalismo y sálvese quien pueda".

La situación de estas escuelas taller recuerdan a la de la Técnica Nº628 de Salta al 1300, que hasta la fecha no ha encontrado una solución definitiva a su reclamo por contar con un edificio definitivo para dictar sus clases.
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