Incomunicados. En uruguay aseguran que la papelera española Ence no detuvo las obras

Finlandia suspendió la visita de su ministra tras la crítica presidencial

El Estado europeo justificó la ausencia de Lehtomaki pues considera que existe un clima de hostilidad en Argentina

El conflicto por la instalación de las plantas procesadoras de celulosa en Uruguay involucró ahora a otro país, Finlandia, que ayer decidió que una de sus ministras, Paula Lehtomaki, exceptúe a la Argentina en su gira por América latina. "Lamentablemente se ha producido últimamente una sensación de que la huésped no sería bienvenida", se informó en un comunicado.

La ministra de Comercio Exterior y Cooperación para el Desarrollo de Finlandia tenía pautado llegar al país la semana próxima. Según el comunicado, "la visita ha sido preparada desde hace mucho tiempo con el objetivo de desarrollar de una manera amplia las relaciones económicas entre Finlandia y la Argentina".

Pero desde Finlandia se pusieron en estado de alerta tras las declaraciones del presidente Néstor Kirchner, quien anteayer acusó a ese país de no colaborar en el conflicto por las papeleras. "Los objetivos positivos de la visita están en peligro al quedarse bajo la sombra del desacuerdo entre la Argentina y Uruguay sobre dos plantas de celulosa, una controversia en la cual el gobierno de Finlandia no es una de las partes", sostuvieron desde Helsinki.

De todas maneras, la ministra va a realizar su gira, como tenía previsto, por Chile, Perú y Uruguay. En esos encuentros tiene la misión de desarrollar las relaciones económicas, las exportaciones e inversiones.

La visita de Lehtomaki era aguardada con expectativa en Montevideo, uno de los destinos de la gira que quedó en pie tras la suspensión de la escala en Buenos Aires. Voceros de Botnia dijeron que esperan reunirse con la funcionaria para ponerla al tanto del avance de las obras en la planta que construyen en Fray Bentos.

Anteayer, el presidente Kirchner le dedicó a Finlandia una crítica pública al acusar al país de no colaborar para que la empresa Botnia pare las obras por los 90 días requeridos desde la Casa Rosada.


Aliado paraguayo
Pero el pedido del jefe del Estado a Finlandia no sólo no prosperó, sino que en el mismo día terció Paraguay a favor de Uruguay en la disputa: le reclamó a la Argentina que trate de controlar a empresas que contaminan el río Paraná. Así, el gobierno oriental encontró en su par guaraní a un aliado, poniendo de manifiesto las divergencias internas en el Mercosur.

Frente al cúmulo de versiones, ayer también trascendió que Brasil estaba gestionando en "forma secreta" con su par de Finlandia que se involucre para solucionar el conflicto. Sin embargo, el gobierno de Lula negó esa intermediación (ver aparte).

Kirchner también había pedido el "gesto" a la empresa española Ence, que -según versiones originadas en Buenos Aires- había decidido parar las obras. Pero ayer el vicepresidente del sindicato de la construcción de Uruguay, Fabián Gadea, aseguró que Ence "trabaja normalmente", a la par de la finlandesa Botnia.

El sindicalista señaló que Ence "sigue trabajando" y se sorprendió acerca de las versiones que daban cuenta de que la empresa española había aceptado suspender las obras por 90 días para permitir una negociación a fin de realizar un estudio de impacto ambiental.

"No sé de dónde sacan esos anuncios", dijo Gadea en alusión a las informaciones vertidas por la prensa argentina.

El sindicalista explicó que la empresa "va a seguir con el movimiento de tierra", e indicó que "empezaron a tomar algunos carpinteros para el entubado de determinadas cañerías".

A su vez, Gadea hizo referencia al pedido de la Casa Rosada de detener las obras por 90 días. "Lamentamos que el gobierno argentino no tenga las actitudes que debería haber tenido con el tema de los piquetes, porque con mucha rapidez manda a apalear trabajadores cuando reivindican determinadas cuestiones, como fue el caso de los subtes, pero en los demás temas ni siquiera se involucra", argumentó.


Sin sustento
En ese contexto, los directivos de Botnia ratificaron que seguirán adelante con las obras y consideró que la solicitud de Kirchner "no tiene sustento".

Voceros de la empresa dijeron que la posibilidad de frenar las obras "no se justifica" porque, afirmaron, la planta funcionará con los estándares tecnológicos y ambiéntales más avanzados.

En este sentido, agregaron que una virtual paralización provocaría "un daño muy importante" no sólo para la empresa, también para la economía uruguaya. En este punto mencionaron la importancia del "factor sindical", en referencia a la situación de los cerca de 2.000 obreros que trabajan en el levantamiento de la pastera.

Además, aseguraron que para hacer el estudio ambiental que reclama el gobierno argentino no es necesario suspender la construcción, sino que se puede completar con las plantas funcionando.

No obstante, aclararon que la empresa seguirá "apostando al diálogo" y aportará toda la información que le sea requerida a medida que avance en las distintas etapas de la instalación de la planta.

La empresa Botnia sigue con su ritmo habitual de trabajo.