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| viernes,
21 de
abril de
2006 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Tengos dos cartas que deseo que lea Inocencio. Una es de una joven abogada, de 27 años, y otra de una señora que por lo que se advierte es jubilada y una persona ilustrada. ¿Quiere por favor leer la carta de la joven, Inocencio?
-Dice así: "Hola Candi, le escribo porque al leer la carta de Maribel me sentí profundamente identificada. Hace un año que terminé la carrera de Derecho en la UNR y hasta hoy no he podido conseguir un trabajo. A veces pienso en la gente que no tuvo la posibilidad de estudiar... yo la tuve, pero no tengo la posibilidad de trabajar. Es desesperante la situación de los jóvenes de mi edad (tengo 27). Compartiendo charlas con amigos uno se da cuenta de que la situación propia no es diferente a la del resto. Bueno, como dijo Maribel, no encuentro palabras para terminar, me invade la tristeza. Un beso grande. Marcela Chiabrando".
-Si es tan amable, la de la señora jubilada ahora.
-"Su comentario en La Capital del 18 del corriente reviste las virtudes de la comprensión, la sensibilidad y la calidad humana. Paradójicamente, en la misma edición se publica -en recuadro- que el ministro de Trabajo «descartó un aumento a los jubilados» y resaltó que «la prioridad es el incremento del salario de los trabajadores en actividad»". Dice Olga que "Causa estupor e indignación que el señor Tomada no advierta que las prioridades en este país y en el mundo son la mortalidad infantil, la desnutrición, la salud, educación y los jubilados. Tristes expresiones de un funcionario que desconoce la tabla de valores que rigen la conducta y el respeto inalienable a la condición humana. No en vano José Ingenieros dejó este concepto para la posteridad: «La hipocresía es el arte de amordazar la dignidad». Firma: Olga Ponce".
-Les quiero agradecer a Marcela y a Olga y a la gente que nos ha escrito apoyando nuestro punto de vista sobre la problemática que afronta una gran parte de la sociedad argentina. La verdad, Inocencio, me siento menos solo. Y quisiera terminar esta charla de hoy diciendo que es probable, como dijo un amigo hace unos días, que yo esté apenas viendo la mitad del vaso medio vacío, que me esté olvidando de la mitad llena. Pero dice el Talmud, ese libro lleno de sabiduría de los judíos, que el que salva a un ser humano salva a la humanidad y, por lo tanto, el que se olvida de un ser humano permitiendo que este sufra condena a la humanidad. Hay bastantes seres humanos doloridos en este mundo y en este país para permitirnos el olvido. Pero para no hablar siempre de judaísmo y cristianismo, me voy a despedir con un breve cuento sobre Buda: "Buda llegó a la puerta del cielo. Por supuesto le estaban esperando. Le abrieron la puerta, le dieron la bienvenida, pero él se volvió de espaldas, miró al mundo: millones de espíritus en el mismo camino, luchando con dolor, con angustia, luchando por alcanzar esa puerta del cielo, esa dicha. El guardián de la puerta del cielo le dijo: «Entra, por favor, te hemos estado esperando». Y Buda contestó: «¿Cómo puedo entrar cuando aún otros no han llegado?» No parece ser el momento adecuado. ¿Cómo puedo entrar cuando la mayoría aún no ha entrado? Tendré que esperar. Es como si mi mano hubiera alcanzado la puerta, pero mis pies aún no hubieran llegado. Tendré que esperar. La mano no puede entrar sola".
-Linda historia.
-Dicen algunos sabios orientales que Buda, Sidharta Gautama, aún está esperando. Tiene que esperar -sostienen- porque nadie es una isla, formamos un continente, estamos juntos. Los individuos pueden avanzar un poco, eso es todo, pero siguen unidos al conjunto. Y si uno o una parte de ese grupo se pierde, más tarde o más temprano todo se perderá o, en el mejor de los casos, todo funcionará bastante mal, no sólo para los perdidos, sino para aquellos que los han abandonado. No es casualidad que exista en tantos seres humanos semejante vacío, tanta carencia material y espiritual. Un pobre no come pan porque le es negado y alguien con poder no saborea la plenitud del espíritu, lo esencial en la vida, porque la justicia universal, que no se puede burlar, más tarde o más temprano le niega la completud por su error. Y esto es una verdadera pena, porque en medio de tanta abundancia todos podríamos vivir satisfechos y en paz. Pero lo líderes, según se ve, viven obnubilados.
Candi II
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"El objetivo debe ser mantener, a toda costa, la hermandad uruguayo-argentina, sin concesión de los derechos ambientales, pero el agravio entre funcionarios de Estado a Estado no puede ser permitido"
Elisa Carrió
Diputada del ARI
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