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sábado,
15 de
abril de
2006 |
Newell's ganó y recuperó transitoriamente la punta
Derrotó 2 a 1 al descendido Instituto en Córdoba
Luis Castro / Ovación
Por jerarquía y por individualidad. Por eso Newell’s se sacó de encima al endeble, debilitado y descendido Instituto. De esa manera alcanzó la gloria y llegó otra vez a la punta. Para codearse con los grandes, llámese Boca y River, y mantener en alto la chapa de candidato.
No era desatinado el festejo loco de un grupo que disfrutó de una victoria trabajada, pero que justificó con juego, sacrificio y sobre todo entrega.
Claro que para escribir este preámbulo antes Newell’s tuvo que dejar su anemia futbolística del inicio. Porque la Gloria lo sorprendió con la propuesta de juego a tal punto que se animó a manejar la pelota sin importarle la chapa que ostentaba el rojinegro. Fue tal el atrevimiento de los pibes albirrojos que a los 4 minutos Bergessio metió un cabezazo de gol, que Scocco salvó en la línea. Los de Pumpido recién contestaron pasado el cuarto de hora con un tibio remate de Belluschi desde lejos.
Instituto iba y mostraba una mejor imagen. Newell’s, por el contrario, no hacía pie. De tanto insistir el local sacó réditos con un remate de Marcelo Moreno desde el borde del área, que increíblemente se le escurrió a Villar entre sus manos. El resultado era justo.
La desorientación rojinegra era evidente y el anfitrión intentaba sacar provecho del momento. Bergessio puso a prueba al paraguayo, quien esta vez respondió bien en dos tiempos.
En el peor momento de la Lepra, cuando lucía desconcertado y sin poder recuperar el juego que lo mantuvo en la zona caliente del torneo, apareció Scocco para sacarse la mufa después de doce partidos —contando el torneo y la Copa— y clavar un golazo desde lejos, que sirvió para calmar la ansiedad y llevar tranquilidad al equipo.
Los minutos del entretiempo en el vestuario leproso seguramente sirvieron para revisar conceptos porque el equipo mostró otra imagen y lució más despierto. Volvió a ser aquel que toma el protagonismo en cualquier cancha en la que juega. Y con juego asociado empezó a ser el dueño y llevarse por delante a los jugadores de Instituto.
Sólo bastó aguardar algunos minutos para que Newell’s ratificara con hechos su cambio de imagen. Belluschi encaró con decisión desde tres cuartos de cancha, gambeteó a todos los rivales que se le pararon enfrente, dejó desparramado por el piso al arquero Carranza y quedó solo con el arco para terminar su obra futbolística. Marcó el gol de los tres puntos.
Con criterio, sin desesperarse y haciendo circular la pelota, Newell’s esperó el pitazo final de Abal. Instituto, a esa altura, respiraba por el aliento de su gente pero carecía de argumentos futbolísticos para cambiar un resultado inmodificable.
Newell’s ganó, puso la casa en orden después de aquella caída ante Lanús y volvió a la punta.
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Fotos
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Belluschi elude a Lobos en la jugada previa al gol.
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