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sábado,
15 de
abril de
2006 |
Táctica y estrategia en las nuevas paritarias
Con la vuelta de la negociación colectiva, gremios y empresas recuperan la gimnasia
Claudio Berón / La Capital
La negociación por salarios y las nuevas cláusulas de convenios ocupan en 2006 el lugar protagónico en la agenda laboral. En la semana que empieza, los estatales y otros gremios comenzarán difíciles encuentros con la patronal. En algunos casos, quedarán para otro momento las condiciones laborales, el blanqueo de personal y los beneficios por productividad. A fines de 2005 se homologaron 209 acuerdos y en el inicio del segundo trimestre de 2006 el Sindicato de Camioneros acordó un piso de negociación del 19%.
Si bien tanto los sindicalistas como los empresarios recién empiezan a recuperar la "gimnasia" de negociación, en las mesas se da un factor común; la palabra final ya no la tienen los ejecutivos sino los "directores de alto rango", según comentó a La Capital Jorge Elías, abogado con experiencia en esas difíciles instancias.
Los discursos son variados. Tanto unos como otros saben que los trucos son infinitos: pedir un 40% y "arreglar" en un 20%, o acordar un porcentaje de un 19% y negociar dos o tres puntos más "sin que nadie se entere", como dicen los sindicalistas.
Otra modalidad es el escalonamiento. Si la negociación ronda el 20% por sobre el salario actual, se acuerda un 10% en los primeros dos meses y un 10% en los dos meses que le siguen. Conclusión: el segundo 10% es sobre el 110% inicial, unos puntitos mas y al final se consigue el 22% o 23%.
Según un estudio realizado a fines de 2005 por el Ministerio de Trabajo, la Argentina figura entre los países más sindicalizados del mundo. La afiliación alcanza al 37% de los trabajadores en el sector privado, en tanto Francia está en el 4% y España en el 15%. En Alemania, ese porcentaje ronda el 22%.
Otro dato relevante es que el 83% de los trabajadores del sector privado tienen salarios y condiciones laborales que son fijadas por los convenios colectivos de trabajo. Por lo pronto, la mayoría de estos convenios data de 1975, con algunos ajustes en la primera etapa democrática.
En Chile, revela el estudio, los convenios colectivos de trabajo abarcan sólo al 10% de los trabajadores, y en Venezuela sólo el 27% del personal privado está dentro del régimen colectivo. Cómo contrapartida en Europa los convenios comprenden al 90% de los trabajadores privados. En Austria está en el 98%.
Todo indica que los sindicatos que tienen más poder de modificación de la cotidianeidad social, como camioneros, subtes, colectivos, maestros, o bien quienes tengan la suficiente movilidad para realizar piquetes, serán los que mejor estén a la hora de negociar salarios.
"La pérdida de las conquistas vienen de muy atrás, casi desde Martínez de Hoz, allí se generó una fractura por que cambió el perfil productivo del país", sintetizó Elías.
Fogueado en paritarias, el abogado se refirió a otro momento "duro" para los gremios: el menemismo. "En los 90 la situación era otra, los sindicatos preferían resguardarse, tal vez el logro de aquellos sindicalistas fue intentar que no desaparecieran las estructuras sindicales, también se modificó allí el equilibrio por la suma del desempleo y el empleo en negro", acotó.
Esta situación se refleja hoy en los segmentos en que puestos que eran ocupados por trabajadores sindicalizados se tercerizaron. Ahora estos trabajadores quieren volver a su rama madre, valga por caso el conflictos de los subterráneos la semana anterior.
"Esto se da porque en la tercerización las nuevas empresas no tenían espalda, un trabajador lo primero que debía pensar es cómo hacer para, en caso de despido, hacerle juicio a la privatizadora", indicó Elías.
A principios de los 70 se hablaba de sindicatos combativos que, en las mesas de negociación, lograban plenamente las reivindicaciones esperadas. Treinta años después, y con la larga mirada de la historia, los que forman parte de estas nuevas instancias sostienen que, en un sentido, aquellas negociaciones no eran tan distintas a las actuales. "Se iba con un número en la manga y se lograba, no se hacía hincapié en otras cosas que no fueran el salario", comentó un trabajador con experiencia en estos entreveros.
El primer semestre será marcado por esta agenda. "Los sindicatos van por lo que más se pueda y los empresarios dejan que el tiempo pase hasta que todo entre en carriles, pero lo que sucede es que finalmente empieza el conflicto con todo rigor y termina viniendo a negociar el presidente del directorio. Terminan pagando más que si los ejecutivos hubieran negociado con una relación de fuerzas distinta", sostiene Elías.
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