Panorama en el Congreso

El oficialismo amplía su bloque en la Cámara baja

El kirchnerismo contará ahora con 137 diputados como consecuencia de la fractura del sector duhaldista

Rodolfo Montes / La Capital

Después trabajar y transpirar durante todo un tórrido verano, el más estresante de toda su vida, Agustín Rossi llegará a la Semana Santa algo más sosegado. Aprovechando que no habrá sesión en Diputados durante esa semana, Rossi disfrutará de unos poquísimos días de vacaciones en San Rafael, Mendoza, junto a su familia, tan postergada desde que la política grande lo llamó a la puerta.

Todavía no sabe si se subirá o no al gomón que navega por el río Atuel para practicar rafting, aunque tal vez extrañe la adrenalina que le hace secretar diariamente la Casa Rosada y la quiera sustituir por los saltos del río. Eso sí, su esposa ya le dijo que no se subirá al bote.

Antes de partir hacia Mendoza, Rossi tendrá tiempo para seguir apuntalando al Instituto Santafesino de Políticas Públicas (tendrá actividades hoy y el lunes), la incipiente estructura con la que sueña algún día aprehender a la bota santafesina e independizarse de toda capa geológica justicialista que lo antecede en el ejercicio del poder real. Un desafío grande y de pronóstico incierto.

Pero, en el Congreso la productividad está a la vista, tras cuatro meses desde su sorpresiva designación como jefe del bloque oficialista. Allá por diciembre, el Frente para la Victoria (FPV) contabilizaba un centenar de miembros, pero desde la semana que termina, con la novedad de la fractura definitiva del espacio duhaldista y la conformación del bloque Justicialista Nacional -retazos del menemismo y del duhaldismo-, el FPV sumará 137 miembros. Un número que exime de cualquier comentario.

"Lo importante son los miembros propios, esa es nuestra fortaleza", subraya Rossi con un poco de modestia. Se refiere a los 118 diputados del kirchnerismo original, sin sumar como propios a los 19 referenciados en José María Díaz Bancalari recientemente emigrados del fenecido espacio duhaldista.

Este último grupo, más allá de su pertenencia formal al sector del Negro Díaz Bancalari, jugarán alineados junto al oficialismo. Con la conformación del nuevo bloque opositor de extracción justicialista se consumió el pequeño espacio político que aún perduraba entre el presidente y el resto. La disputa que se hizo visible en 2004, cuando Cristina Fernández emergió como la carta de K para desafiar a Duhalde en su territorio, encontró esta semana una configuración definitiva.

Hay un ganador, una mayoría de perdedores travestidos y un grupo testimonial que se mantuvo en sus trece, no cedió el nombre ni se arrepiente del ciclo liberal de los noventa.

"El duhaldismo, en todo su ciclo, tuvo como característica estructural el oportunismo, su condición de existencia siempre fue integrar el poder estatal, sin convicciones ideológicas definidas", supo definir a La Capital un politólogo, ex militante de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), preso político en los 70 y ahora funcionario del gobierno nacional.


Rossi saca pecho
A la hora del balance Rossi saca pecho. "Hay equipos que ganan todo; es porque tienen buenos técnicos", se divierte con un autoelogio. "Estamos logrando cosas que nunca habían sucedido antes en la Argentina", agrega, y exagera. El rosarino más cercano al presidente, encargado de alinear la tropa en Diputados, reconoció que no tendrá muchos más inconvenientes para llevar adelante la política de la Rosada que juntar el quórum y votar las leyes. En ese sentido su tarea viene siendo certera.

Pero el Congreso tiene otros sentidos, otras construcciones y pasada la emergencia, las crisis de debilidad institucional, se espera de él bastante más que el rol de piñón fijo de una fuerza que emerge de un motor que trabaja a 15 cuadras de distancia.