Hallan bajo la cama del portero a una consorcista asesinada

Buenos Aires.- Una mujer que estaba desaparecida desde el jueves apareció muerta ayer debajo de la cama del portero de su edificio, en el barrio porteño de San Telmo. El encargado, que fue detenido, también se convirtió en el principal sospechoso de un crimen no esclarecido de otro vecino del edificio ocurrido en 2004.

El cuerpo de la mujer, Amanda Bello de Nocci, de 67 años, que tenía un pedido de paradero, fue localizado por la tarde en el inmueble de la avenida Martín García 417, a metros del Parque Lezama.

Esa repartición se había hecho cargo de la investigación en razón de que la desaparición de Nocci, tenía características de secuestro, según explicaron las fuentes. La víctima se domiciliaba en la planta baja del edificio y fue encontrada por la policía bajo de la cama del departamento que ocupa el portero, en el séptimo piso.

La denuncia sobre la desaparición la efectuó el marido de la mujer, quien contó a los pesquisas que la última vez que vio a su esposa fue cuando ella le avisó que iba a la terraza a tender la ropa y nunca volvió.

Si bien la policía no quiso revelar su identidad, los vecinos dijeron que el portero se llama Juan y tiene unos 33 años. Las causas fehacientes de la muerte de Nocci se ignoraban, pero el cuerpo no presentaba heridas que pudieran suponerse que fue baleada o acuchillada. En cambio, el rostro y el resto del cuerpo tienen numerosas marcas de fuertes golpes.

La policía llegó al lugar a las 9 de la mañana, pero recién accedió al departamento del séptimo piso en las primeras horas de esta tarde, probablemente porque se demoró la orden de allanamiento del domicilio del portero.

Por otra parte, varios vecinos, quienes no quisieron dar su nombre, contaron a los periodistas que en 2004 ocurrió en el mismo edificio un hecho de raras características, que ahora asocian con la muerte de Nocci. Un vecino, del cuarto piso, estuvo dos días desaparecido y luego su cadáver fue encontrado en su departamento, el cual había sido revisado por quienes lo buscaron durante esas 48 horas.

No obstante se comprobó que el domicilio del hombre había sido robado, seguramente por quien lo asesinó, pero el delito nunca se esclareció. Según los investigadores, en ese momento se supuso que alguien lo asesinó, mantuvo su cadáver escondido en algún lugar y en horas en que no había movimiento, lo llevó a su departamento. Ahora se trabaja para ver si puede vincularse al portero con el crimen. (Télam)