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sábado,
08 de
abril de
2006 |
Casi 30 kilos de marihuana en una obra en construcción
La policía alegó que buscaba celulares robados y halló el cargamento por azar
Esgrimiendo una orden de allanamiento, los pesquisas de la policía santafesina llegaron ayer al mediodía hasta una casa con quiosco de Esmeralda al 2000 buscando celulares robados. Y, según expresan voceros policiales, no sólo encontraron celulares de dudosa procedencia sino que además detectaron un ladrillo de marihuana en un freezer. Este hallazgo les permitió ubicar, en una obra en construcción distante a 50 metros del quiosco, otros 18 ladrillos de marihuana compactada que sumarían cerca de 30 kilos de droga.
Esta es la segunda vez en cuatro meses que los uniformados de la Unidad Regional II hallan un cargamento de marihuana que, según aducen, no estaban buscando. El anterior fue el 28 de noviembre pasado cuando en una vivienda desocupada de General Lagos, en cercanías de la autopista Rosario-Buenos Aires, encontraron abandonados 415 kilos de esa droga. Como aquella vez, ayer también se hicieron cargo del secuestro los sabuesos de Drogas Peligrosas de la santafesina.
Cuando los pesquisas de la Brigada de Investigaciones arribaron ayer a las 11.30 a un quiosco con un enorme cartel aéreo que decía "cabinas" en Esmeralda entre Ituzaingó y Cerrito iban tras un dato concreto. "El personal llegó allí porque hace dos semanas lo allanaron y encontraron celulares robados. Y como en los últimos días hubo dos o tres robos, uno de ellos en Pellegrini y España, consiguieron que el juez de Instrucción Carlos Alberto Carbone les diera una orden para allanar la casa y el quiosco", confió una fuente policial.
"Cuando revisaron la casa, encontraron varios celulares robados. Y en un freezer había un paquete congelado que les llamó la atención", dijo el vocero. "Cuando abrieron el envoltorio constataron que se trataba de marihuana de buena calidad. Inmediatamente pararon el allanamiento y le dieron curso al juez federal Germán Sutter Schneider", explicó. En el paquete había aproximadamente un kilo y medio. Cuando la policía secuestró la droga, le preguntó a la mujer -Mariel P., de 28 años- por su esposo. Esta le dijo a la policía que el hombre estaba en una obra en construcción ubicada en la esquina.
Al llegar a la casa en construcción, con facha de galpón, los policías entrevistaron a los albañiles y quedaron a la espera de la orden de allanamiento del juez federal, ya que el hombre buscado no estaba en el lugar. Aproximadamente a las 17, cuando ingresaron a la obra, los policías de Drogas Peligrosas se toparon con 30 kilos de marihuana compactada en panes. "La droga estaba escondida en dos bolsos debajo de una malla de media sombra. Había 18 ladrillos: cuatro de aproximadamente 4 kilos, una docena de un kilo y trozos menores", comentó un vocero de la fuerza. Según las fuentes consultadas, esa cantidad de droga puesta en la calle podría valer 40 mil pesos.
El de ayer se transformó en el segundo golpe de suerte que tienen, en cuatro meses, los efectivos de la misma agrupación de la Jefatura de Unidad Regional II, que termina con el decomiso de un cargamento importante de marihuana. El domingo 27 de noviembre pasado a las 21, un llamado a la Brigada de Investigaciones de la URII alertó que en una casa abandonada en un camino de ripio de General Lagos había "extraños movimientos". Al llegar los efectivos a la casa en la zona rural, en un camino de ripio, a 600 metros de la autopista hallaron 415 kilos de marihuana. Pero ningún narco estaba allí cuando llegó la policía y tampoco había rastros de los vehículos utilizados para llevar la droga al lugar.
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Fotos
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La droga estaba en una casa de Esmeralda y Cerrito.
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