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sábado,
08 de
abril de
2006 |
Otra salidera bancaria en el centro
Dos ladrones siguieron a un colectivero, padre de cuatro hijos, y le arrebataron el sueldo recién cobrado
Un empleado de la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano (Semtur) denunció haber sido víctima de una salidera a los pocos segundos de haber cobrado sus haberes en un banco en pleno microcentro rosarino. Dos delincuentes lograron engañarlo mediante un ardid para luego sustraerle 1.740 pesos, su sueldo completo. Fue un episodio para nada inédito en la zona bancaria del microcentro, donde cíclicamente se producen hechos similares.
El asalto se produjo cerca de las 12.30 en San Lorenzo, entre San Martín y la bajada Sgto. Cabral. Juan Carlos Retamal, de 52 años y padre de cuatro hijos, extrajo de un cajero automático ubicado en el Banco Municipal de San Martín al 700 la totalidad de sus haberes.
Apenas salió a la calle se le cruzó un hombre, vestido con una chaquetilla azul o celeste. Visiblemente consternado por lo ocurrido, el chofer apenas pudo hilvanar la secuencia en la que fue asaltado. "Estoy seguro de que al tipo lo vi adentro del banco. Me atajó en la puerta y me dijo: a vos se te perdió un sobre con dinero, vení, acompañame. Le dije que no era cierto, que no lo conocía. Pero insistió", consignó ante La Capital.
Tartamudeando, Retamal contó que el hombre trató de distraerlo en todo momento mientras iba caminando por San Martín hacia el norte. En ese tire y afloje se encontró llegando casi hasta la esquina del hotel Majestic, de San Lorenzo y Sargento Cabral. "Ahí el tipo me puso una especie de bollo de papel por la espalda, entre la camisa y el cuello. Yo me asusté. No sabía qué me había hecho y cuando levanté los brazos para sacarme el papel, apareció otro que me metió una mano en el bolsillo y me sacó el dinero", sostuvo.
Lo primero que hizo, sorprendido, fue pedir ayuda, pero según dijo no había policías cerca. El colectivero persiguió por San Martín y luego un tramo por Santa Fe hasta que los oportunistas se perdieron. "Tenía un cagazo bárbaro. Pero ahora estoy desesperado. Me dejaron sin un peso y con todas las deudas que tengo", afirmó al borde del llanto a este diario.
Retamal lucía desencajado. Le temblaban la voz y las piernas. No sabía qué hacer, a qué seccional dirigirse. Desde su celular intentó comunicarse al 101 del Comando Radioeléctrico, pero no pudo. Unos policías se le acercaron, alertados por los gritos, y salieron a dar unas vueltas para ver si detectaban a los ladrones, en apariencia sin éxito.
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Fotos
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Juan Carlos Retamal, desconsolado.
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