Los bochazos masivos en el ingreso a la universidad obligan a revisar cómo se enseña y aprende a razonar en la escuela

Matemática: un tropiezo para muchos estudiantes

La disciplina, junto con la comprensión lectora, son los dos núcleos problemáticos que presentan los futuros universitarios. El problema se replica en los demás niveles de la enseñanza

Matías Loja / La Capital

Bochazos masivos, bajo rendimiento y enormes dificultades en la resolución de problemas son algunas de las dificultades más importantes que evidencian un número creciente de jóvenes que anualmente buscan acceder al nivel superior de la enseñanza. Pero también es una preocupación para los demás niveles educativos. De hecho, Educación provincial ha tomado este año a la enseñanza de la matemática como una cuestión pedagógica clave a revisar (ver aparte).

El caso más resonante, a nivel mediático, es el de los aplazos masivos en la Universidad Nacional de La Plata (Unlp), donde año tras año los bochazos en los exámenes de admisión en las facultades de astronomía, ingeniería y agronomía son tapa de los diarios nacionales.

En Buenos Aires, la reiteración de este tipo de situaciones obligó a que desde hace 3 años, la cartera educativa de esa provincia tomara la decisión de agregar al ultimo año del polimodal tres horas cátedra más por semana al dictado de esa asignatura, a fin de reforzar los contenidos esenciales de la materia.

Así, y más allá de la carrera escogida, estos problemas se reproducen en la mayoría de los cursillos de ingreso de las instituciones universitarias. Y según la opinión de los especialistas, la matemática es, junto con la comprensión lectora, uno de los principales escollos que deben enfrentar los aspirantes universitarios.

En la mayoría de las facultades en donde se dictan carreras vinculadas a las ciencias duras, como las ingenierías, se desarrollan programas de nivelación o cursillos de ingreso para los jóvenes, que en teoría, tienen la función de rever los contenidos dados en la escuela secundaria, aunque en la práctica muchos alumnos manifiestan desconocer temas básicos que deberían haber adquirido en el nivel medio.


Falencias y estrategias
Ante este panorama, los análisis redundan en el reparto de culpas, tanto de los padres y las familias que se desinteresan por la suerte del estudiante, de la escuela que no logra preparar adecuadamente a sus alumnos, hasta las reformas educativas implementadas en los •90 que debilitaron la enseñanza de contenidos esenciales.

La preocupación es de vieja data y , alertadas de estas dificultades, las propias unidades académicas se ven en la necesidad de desarrollar planes y estrategias para mejorar el nivel de los jóvenes que quieren acceder al nivel superior de la enseñanza.

Para Raquel Voget, directora del Departamento de Matemática de la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), "las falencias en matemática con la que llegan los ingresantes son amplias". "Desde problemas de lectura, hasta fallas en la comprensión de textos, sumado a que muchos no saben plantear un problema, o tratan de resolverlo sin entenderlos", describe Voget en referencia a las dificultades que presentan los aspirantes, a las que se suman, según la responsable del área, a problemas en el uso del lenguaje simbólico y falta de gimnasia operatoria.

Asimismo, la directora del departamento de matemática de la UTN local comenta que para superar estos inconvenientes, desde la facultad han presentado un proyecto ante el Consejo Superior de la Tecnológica acerca del ingreso dentro del ciclo general del conocimientos básicos que, entre otras cosas, plantea la necesidad de "enfrentar la complejidad de forma cooperativa". "A diferencia de la mayoría de los planes de articulación, que trabajan sólo con los alumnos, creo que es necesario trabajar también con los docentes de todos los niveles", comenta Voget.

La Regional Rosario de la UTN cuenta con cursos de nivelación, de carácter obligatorio, para los ingresantes de las cinco carreras que se dictan en la institución (ingeniería civil, eléctrica, mecánica, química y en sistemas de información), en donde se ven contenidos de física y matemática, referidos en esta última, a problemas de números reales, complejos y expresiones algebraicas.

Para el responsable interino del Area de Ingreso de la UTN local, Alejandro Lucarelli, "nosotros lo que hacemos con estos cursos es tratar de nivelar para que entren de la mejor manera posible", aunque agrega en los últimos años el nivel que traen los alumnos secundarios "se ha ido deteriorando". "También depende de la escuela de donde provengan los estudiantes, porque aquellos que vienen de escuelas técnicas sin dudas que entran mejor preparados que el resto", señala Lucarelli.


El rol docente
Pero otro elemento a tener en cuenta a la hora de hablar sobre las dificultades y los fracasos relacionados con la matemática en los ingresantes universitarios es el rol que les toca a los docentes y las estrategias que se pueden dar para enfrentar esta problemática.

Al respecto, Elisa Petrone, directora del Profesorado de Matemática de la Escuela de Ciencias Exactas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), expresa que habría que tener en cuenta, en muchos casos, la escasa capacidad de adaptación de los docentes a los cambios. "Además, tener una formación más o menos sólida en el área, y cómo adapto ese conocimiento al contexto de la escuela", son algunos de los elemento que la profesora considera que se deben sumar a la falta de preparación que los alumnos arrastran desde la escuela media, porque "en algunos casos se cumple con la ficción que se enseña, pero en realidad no se enseña, por eso desde aquí tratamos de formar un sentido de pertenencia o de conciencia profesional en relación a la docencia".

A la hora de hablar de las estrategias sobre las que echan mano los docentes para trabajar con los ingresantes universitarios, la directora del profesorado de matemática de la Facultad de Ingeniería explica que los docentes buscan a veces graduar la intensidad de los conocimientos impartidos, para que, de alguna manera, los jóvenes asimilen mejor los contenidos. "En cuanto a las estrategias que se toman, algunas pasan por reducir al principio la velocidad del avance. Y en general también se destinan los docentes más comunicativos o contenedores a los primeros años, para que los alumnos no se sientan tan presionados en sus primeros pasos por la universidad".

En la Facultad de Ingeniería, los ingresantes deben pasar por un cursillo de ingreso, no eliminatorio, que permite determinar un diagnostico del nivel de conocimientos de los ingresantes, a los se le suman talleres de apoyo para quienes no lograron pasar los exámenes de ingreso.

En general, "la realidad de los ingresantes es que presentan bastantes dificultades en matemática, como falta de conocimientos específicos, arrastrados por los alumnos desde el tercer año del polimodal", dice Petrone, quien comenta que sumados estas dificultades a la falta de hábitos de estudio y de trabajo, la situación se torna compleja.

"En la facultad, en cierta forma, están los cursos de ingreso para paliar la situación de la escuela media, pero muchos estudiantes no quieren asumir la responsabilidad que implica ingresar a la universidad, o no se los toman tan en serio por no ser obligatorios", concluye Petrone.

Docentes y especialistas coinciden en que las falencias matemáticas con que llegan los alumnos al nivel superior son amplias y diversas.