Año CXXXVII Nº 49025
La Ciudad
Política
Economía
La Región
El Mundo
Opinión
Escenario
Información Gral
Policiales
Ovación
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Educación
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 12/02
Mujer 12/02
Economía 12/02
Señales 12/02
Educación 11/02
Estilo 21/01
Educación 30/12

contacto
servicios
Institucional

 sábado, 18 de febrero de 2006  
Se viene lo peor. Presidentes comunales dicen que necesitan un resarcimiento para reparar los daños en los pueblos
Productores y comunas afectadas por La Picasa piden recuperar los daños
Los ruralistas plantean que ahora enfrentan el problema económico para reconstruir las unidades productivas

Silvia Carafa - Gregorio Sogno / La Capital

San Gregorio.- Cuando tres regueros de espuma blanca se desordenaron sobre el cauce del hasta ahora estéril canal de la alternativa norte que esperaba ser habilitado desde 1999, la banda de música arrancó vibrante y los aplausos y vítores llenaron la tarde. Nadie contuvo la emoción después de años de inundaciones y angustias.Minutos antes, los gobernadores Jorge Obeid, Juan Manuel de la Sota y Felipe Solá, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, habían puesto en marcha la estación de bombeo para escurrir el agua de La Picasa.

Pero en el día después, cuando quedó atrás la emotividad, surgieron los análisis sobre al realidad. Para el presidente de la Asociación de Productores Rurales del Sur de Santa Fe, Nicolás Perkins, la puesta en marcha de la estación de bombeo "es una lucecita que se prende para cambiar las cosas", pero en contrapartida hay un punto crucial en que los productores afectados creen que debe ser la próxima etapa, "porque después de que el agua se retira viene lo peor".

"Es verdad sacan el agua, pero ahora es necesario recibir parte de los daños sufridos para poder trabajar, sin esto no logramos nada", dijo Perkins.

En el mismo sentido, el presidente comunal de Diego de Alvear, Natale Liguori, enfrenta hace cuatro años un dilema: sobre 27 mil hectáreas del distrito 15 mil están bajo el agua, por ende la recaudación por la tasa rural está restringida, por lo tanto no tiene muchos recursos pero sí desocupación, un aparato productivo totalmente dañado y un radio urbano donde hay viviendas con serios problemas edilicios. "Nosotros vamos a seguir sufriendo -dijo-, creo que es necesario un resarcimiento porque hay que recomponer la parte productiva y todo un pueblo".

Juan Angel Diez, vicepresidente de la Asociación de Productores Rurales del Sur de Santa Fe, también es productor de Aarón Castellanos, con 660 hectáreas de las cuales sólo aprovecha 100. Su cabaña La Gabriela, sobre la ruta 7, a la altura del corte por la inundación, quedó anegada. Si bien el agua se ha retirado en parte, hay que recuperar los galpones, los silos, la casa, el molino y la arboleda.

"El agua nos perjudicó a todos, no sólo en el trabajo sino por los destrozos", señaló Diez, para quien la puesta lo de la estación de bombeo no fue un momento histórico sino un momento importante. "histórico -agregó- hubiera sido en el momento adecuado y que nos hubiera ahorrado los disgustos que pasamos".

A su turno, Raúl Planas, productor de Diego de Alvear con 750 hectáreas anegadas, "para recuperar el campo es necesario al menos dos años de bombeo. Por ahora sólo se trata de recuperar la tierra, porque abajo de eso no ha quedado nada, se perdió todo".

El presidente comunal de San Gregorio, Fernando Tarditi fue claro: "Que se recomponga esto nos hace bien a todos, porque lo que ocurrió repercutió en el pueblo, como el corte de la ruta 7 que nos hizo perder servicios de ómnibus a Buenos Aires, y el ferrocarril de la ex línea Mire (hoy Ferroexpreso Pampeano) que ya tenía un enlace con la ex línea San Martín (hoy concesionada a ALL), que quedó trunco".

Armando Roselio, de la Asociación de Productores de Diego de Alvear, dijo que "los afectados por el agua esperan ahora medidas de apoyo por parte del gobierno. La habilitación permite recuperar la esperanza, pero la realidad será lenta porque el agua no se irá muy rápido, porque hay que volver a emplazar casas, molinos, mangas, corrales y toda la infraestructura necesaria para la ganadería, que era el fuerte productivo de la zona al momento de la inundación de 1998", apuntó.

Según Mario Monti, de la Sociedad Rural de Rufino, aún quedan unos 30 productores afectados. "El campo se puede recuperar pero no el tiempo que se perdió, hoy los productores están diez años más grandes". En tanto, Enrique Carballeira, de la misma entidad, consideró que la apertura del canal "es el inicio de un camino de salida que espera sea permanente en el tiempo".
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Las bombas necesitaron cuatro años para bajar el nivel de la laguna.

Notas Relacionadas
Los medios

Un largo camino para los excedentes hídricos



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados