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 sábado, 18 de febrero de 2006  
El rédito de cuando se sabe superior
Cuando Newell's se siente protagonista lo hace valer como ayer. Algo que debe acentuar fuera de casa

Gustavo Conti / La Capital

El empate, muy festejado por cierto. Por las circunstancias, por jugar con el 0-2 casi con un hombre menos porque Zapata estaba en una pierna y porque, a decir verdad, parecía que Banfield lo tenía cocinado. Pero en la mala salió a relucir el temple y Newell's, con el conmovedor esfuerzo del Pepi como estandarte y con ese delantero que, parece, se perfila como un goleador en serio como Scocco, construyó una historia con final feliz. Pero...

Siempre hay un pero, de los que habrá que aprender para no tener que vivir con la soga al cuello inútilmente. Le pasó en el cierre del Apertura, también con Tiro Federal y casi repite ayer. Este equipo de Pumpido debe convencerse de que puede ser tan protagonista afuera de casa como lo es adentro. Recién cuando lo entendió anoche, en el momento en que no tenía nada que perder, demostró que tiene argumentos.

La racha negativa de no ganar como visitante se extendió ayer a 21 partidos en Banfield (7 empates y 14 derrotas), pero ese número no le dice tanto a los muchachos de Pumpido. En todo caso, hay que delimitar lo que le toca, y en ese rubro hay que decir que los siete encuentros que dirigió Nery en esa condición mostraron una tendencia en cuanto a que le costó hacerse valer, jugando en general lejos de los arqueros rivales. Lucero, por ejemplo, defiende más que en el Coloso, Gavilán se proyecta poco y nada, y así los delanteros quedan muy aislados.

Luchetti fue un desocupado en el primer tiempo y la primera en serio la fue a buscar adentro, justo con el cabezazo del que rengueaba en la cancha. Allí se opacó el dominio sin tantas luces de Banfield y emergió la presencia del equipo que de local se hace sentir. Tanto, que a Scocco le bastó con aparecer una sola vez en todo el partido para afirmar que su candidatura a artillero del Clausura va en serio.

Tuvo que ver indudablemente el ingreso de Ortega en esa levantada, el corrimiento de posición de Belluschi a la izquierda, pero mucho más la sensación de saberse superior en ese lapso tan corto de tiempo y que tan bien usufructuó. Con eso fue suficiente y por eso cuando Newell's emerja de esa intermitencia típica cuando sale del Coloso, esa racha histórica quedará atrás. Es casi una cuestión de fe.
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