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sábado,
18 de
febrero de
2006 |
"Los residentes habían sido advertidos del peligro"
Manila. - El legislador Roger Mercado dijo ayer que los residentes habían sido advertidos del peligro, y que se los trató de convencer de la necesidad de abandonar la aldea tras días de fuertes precipitaciones. A principios de esta semana, 16 personas habían muerto por las intensas lluvias e inundaciones que azotaron las provincias del sur del país.
Filipinas sufre unos 20 tifones por año, incluyendo una serie de tormentas a fines de 2004 que dejaron unas 1.800 personas muertas o desaparecidas en el noreste de la capital. La isla Leyte, donde ocurrió la tragedia de ayer, fue también escenario de uno de los mayores desastres del país en los últimos años, cuando más de 5.000 personas murieron en 1991 por las inundaciones provocadas por un tifón. En diciembre de 2003, un deslizamiento en la misma isla causó la muerte de unas 300 personas.
Según el legislador Roger Mercado, los principales causantes del deslizamiento de tierras fueron los trabajos de excavación en minas y la tala de árboles que se produjo hace tres décadas. "Este es el efecto de la tala anterior. Cada vez que llueve hay inundaciones repentinas", indicó.
Antes del alud, un terremoto de 2,6 grados en la escala de Richter sacudió la zona ayer por la mañana, lo que en opinión de las autoridades desató el desprendimiento de tierra. "El suelo tembló antes del deslizamiento", dijo María Lim, alcaldesa de la ciudad de Saint Bernard, a la que pertenece Guinsaugon. "Segundos más tarde cayó el lodo de la montaña", aseguró. Como medida de precaución fueron evacuadas 1.500 personas de localidades cercanas al lugar del desastre.
Sin embargo, los expertos en sismos señalaron que el pequeño terremoto de ayer no pareció lo suficientemente fuerte como para provocar un deslizamiento por sí solo. "El área sufrió un deslizamiento debido a la lluvia", dijo René Salidum, director del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología.
A los granjeros y a las agencias gubernamentales se les dijo que debían estar preparados para la tormenta La Niña que podría afectar al país. La oficina meteorológica señaló que los tifones, inundaciones y lluvias que se presentan desde noviembre pueden estar ligados al desarrollo de La Niña, ya que Filipinas se encuentra ahora en su estación seca.
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