Producción. Cómo dan pelea los rubros más sensibles frente a Brasil

El sector del mueble resiste otra invasión

Si bien se recuperó tras la devaluación, en el último año se renovó la presión importadora

Víctor Piris

Pedro Reyna, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), señaló que las salvaguardas para proteger la producción de muebles argentinos frente a los bajos costos de la producción brasileña son necesarias para seguir propiciando la recuperación de la industria mueblera nacional.

"Estas normas que impulsa el gobierno son un excelente principio para el Mercosur, en nuestro sector llegamos a tener el 92% del mercado de los placares en manos de Brasil, ahora por suerte eso se está revirtiendo con un producción muy pareja", destacó el representante de los muebleros.

La recuperación del sector del mueble comenzó en 2002 con la abrupta caída de las importaciones. Así, poco a poco, en 2003 algunas fábricas comenzaron a ofertar su producción local. Al principio fueron unas pocas, en su mayor parte las que pudieron invertir en bienes de capital durante la primera mitad de los 90 y sobrevivir a la recesión a partir de 1998.

Pero incluso hasta hoy el desarrollo del mueble argentino, que cuenta con la más diversa materia prima (maderas nativas e implantadas), no consigue mostrar todo su potencial. Y nuevamente la balanza comercial con Brasil muestra un déficit creciente en el sector asientos y muebles, productos que el gigante latinoamericano produce a escala con precios tan bajos que ni siquiera la mayor valuación del real logró frenar.

Según Faima, el cierre de las importaciones en 2002 también imposibilitó la compra de maquinaria ya que sus costos se triplicaron siguiendo el valor del dólar. Mucho más en la industria del mueble, donde los principales productores de maquinarias se encuentran en Alemania, Italia y España.

Los industriales que pudieron invertir, ya a partir de 2003, recurrieron paradójicamente a la compra de maquinarias desde Brasil. Aún con la implementación de "cupos" que limiten la importación de productos más económicos desde el principal socio del Mercosur, para Reyna es necesario el establecimiento de una política industrial a largo plazo.

"Las salvaguardas son muy importantes, pero es necesario que aquí se estudie a fondo por qué determinado sector no es competitivo frente a la producción de otro país, en el caso de la industria del mueble estamos constituidos casi en una totalidad por pymes que necesitan guías para saber cómo invertir y lograr una mayor competitividad en su producción".

En cuanto al plazo para mantener las salvaguardas, el directivo estima que en dos años puede producirse una importante recuperación de la industria nacional. Pero en este plazo cree imprescindible un trabajo de concientización y mejora de la productividad porque de lo contrario "habrá quién dentro de dos años estará nuevamente pidiendo más salvaguardas".

Para el desarrollo y la consolidación de una política industrial a implementar de forma muy activa por el gobierno, Reyna estimo un plazo de una nueva década que a diferencia de los 90 sirva para restaurar la producción argentina "Es necesario el diálogo y el trabajo del gobierno con cada empresa, así en 10 años podremos tener un sector industrial completamente reconstituido", enfatizó.

En el sector muebles, los equipamientos para dormitorios son uno de los más afectados.