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domingo,
16 de
octubre de
2005 |
Córdoba dio el batacazo: goleó a Temperley
Lucas Vitantonio / Ovación
Jugó una final y la ganó. Central Córdoba demostró ayer cómo se debe afrontar un partido decisivo. Tuvo toque, control de balón y contundencia ofensiva, pero además no esquivó el overol y mantuvo los dientes apretados para recuperar la pelota durante los 90 minutos. La combinación letal de fútbol, garra y goles le permitió al equipo de Tablada disfrutar de la primera gran alegría del torneo: vapuleó al líder Temperley por un categórico 3 a 0. Con este envión anímico ahora sí se puede soñar en serio con pelear por el ascenso.
No eran muchos los que a priori pensaban que Córdoba podía dar el batacazo, ya que como local el charrúa había rescatado sólo uno de los últimos seis puntos. Pero ayer el equipo de Santángelo mostró algo que no había conseguido evidenciar en presentaciones anteriores: regularidad. Estuvo concentrado a lo largo de los 90 minutos y superó a Temperley en juego y despliegue físico.
A la hora de hacer circular el balón el abanderado fue Diego Acoglanis, que se agrupó a la perfección con Matías César y Cristian Vella. Desde los pies de estos tres futbolistas partieron habilitaciones claras para los delanteros Vázquez e Impallari, incontenibles para la última línea celeste. En la recuperación trabajaron a destajo Verón y Farré.
En el primer cuarto de hora el charrúa puso dos manos netas que desestabilizaron a la visita. Primero quitó Verón, habilitó a Impallari que eludió al arquero y fue Vázquez el que facturó. Enseguida Verón conectó de cabeza un córner preciso de Matías César y selló el 2 a 0. La respuesta de Temperley siempre fue muy tibia en lo futbolístico y por demás de agresiva a la hora de marcar.
Sobre la media hora el juez Alejandro Castro desenfundó la tarjeta roja y mandó a las duchas a Vázquez, del local, y a Hauche, de la visita, por agresión mutua a la salida de un centro en el área charrúa.
En el complemento Santángelo mandó a la cancha a Wilson Paredes, quien puso la chapa definitiva. Impallari trepó por izquierda y lo derribaron, pero el árbitro otorgó la ley de ventaja y Acoglanis habilitó a Paredes para que defina el pleito.
Córdoba siguió manejando el trámite y sólo fue superado en dos acciones netas de Temperley, que primero Rotger y más tarde Acosta despejaron sobre la línea cuando la caída era inminente. Esto demuestra que el charrúa no dio ninguna pelota por perdida.
Una victoria merecida que permite ver el futuro con optimismo. El equipo fue sólido en defensa, en el medio tuvo dinámica y juego asociado, y adelante mostró la contundencia de Vázquez y la osadía de Impallari.
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Fotos
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Mauricio Verón celebra el segundo gol charrúa junto a Matías César y Guillermo Farré.
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