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 martes, 11 de octubre de 2005  
Gran coalición. Luego de la extenuantes negociaciones, el SPD resignó la Jefatura de Gobierno a cambio de 8 ministerios
Angela Merkel gobernará Alemania junto a los socialdemócratas
A más de 3 semanas de las elecciones, los dos grandes partidos alemanes acordaron finalmente formar gobierno

Berlín. - La presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, será, finalmente, la primera mujer canciller de Alemania, después de tres semanas de negociaciones y de grandes concesiones al Partido Socialdemócrata (SPD), su principal opositor y, a la vez, su futuro socio en el gobierno. Se selló así la "gran coalición" entre los dos grandes partidos alemanes, que habían salido virtualmente empatados en las elecciones generales del pasado 18 de septiembre.

Luego de una noche de arduas negociaciones finales entre los pesos pesados de ambas formaciones, Merkel pudo anunciar ayer por la mañana que su partido, y por lo tanto ella, presidirá el próximo gobierno, en el que no figurará el canciller saliente, el socialdemócrata Gerhard Schroeder, pero sí habrá 8 ministerios para su partido.

Después de las elecciones del pasado 18 de septiembre, el SPD tardó más de tres semanas en ceder en su exigencia de que el canciller Schroeder se mantenga en el cargo. Sin embargo, a cambio de ceder la Cancillería (cabeza del Ejecutivo) tendrá dos ministerios más que la alianza democristiana CDU/CSU, y entre ellos se encontrarán tres de los más importantes: Relaciones Exteriores, Finanzas y Justicia. De las carteras de peso, los democristianos conservarán las de Defensa y Economía. Ambos bloques estarán representados con ocho miembros cada uno en el gabinete, si se cuenta a la futura canciller Merkel y al ministro de la Cancillería, una suerte de jefe de gabinete.

Pese a que podrá conseguir su objetivo de ser jefa de gobierno, para Merkel no desaparecerá la resistencia en sus propias filas. En su gabinete se sentará el presidente de la Unión Cristiano Social (CSU) y primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, uno de sus principales adversarios internos y quien hace tres años le arrebató la cabeza de lista en las elecciones.

Para que se produjera el avance decisivo en las negociaciones los democristianos tuvieron que renunciar a algunos puntos de su programa político. Entre ellos se encuentra la liberalización de la llamada "autonomía tarifaria", medida que de concretarse hubiera quitado poder a los sindicatos. De todas formas, la agenda de reformas del Estado germano no se detendrá, advirtió ayer Merkel.

La decisión de formar una gran coalición con Merkel al frente echa por tierra las numerosas alternativas contempladas en las últimas semanas para poner fin a la disputa acerca de quién ocuparía la Cancillería, un punto que bloqueaba el inicio de las negociaciones. Entre las propuestas se encontraban la de que Schroeder o Merkel se alternaran en el puesto cada dos años o incluso la de que se formara un gobierno sin ellos.


Un triunfo personal
Pese a todas las concesiones hechas al SPD, la de ayer fue sin dudas una jornada de triunfo personal para Merkel y la de la definitiva jubilación política de Schroeder. Un cuadro inverso al de la dramática noche electoral del 18 de septiembre. Porque pese a que su agrupación había sido la más votada, consiguió considerablemente menos votos que tres años antes, cuando acudió como candidato a la Cancillería Edmund Stoiber. Además, los resultados electorales impidieron a los democristianos cumplir sus objetivos de formar una coalición con el Partido Liberal (FDP).

En ese momento, rivales de Merkel en sus propias filas criticaron la campaña electoral dirigida por la candidata y en la prensa se llegó a comentar que el 18 de septiembre podría suponer "el principio del fin" para la candidata. Sin embargo, la alianza democristiana CDU/CSU se mantuvo firme y no dejó de insistir en el derecho de Merkel a encabezar el nuevo gobierno.

Además, después de la criticada actitud de prepotencia mostrada por Schroeder en la noche de las elecciones, cuando celebró como si hubiera triunfado, Merkel comenzó a crecer en popularidad y aparece desde hace semanas como favorita en las encuestas. Y al ganar las elecciones complementarias de Dresde hace dos domingos la CDU consiguió, además de sumar un mandato parlamentario adicional, una confirmación de que los alemanes quieren a su candidata en la Cancillería. Poco a poco, los rumores de dimisión se fueron esfumando y también las especulaciones que apuntaban a que los democristianos formarían gobierno sin Merkel.

Finalmente, después de largas negociaciones nocturnas mantenidas por última vez el domingo y cuyo resultado fue formalizado ayer por las cúpulas ejecutivas de los partidos, el SPD y Schroeder cesaron en sus exigencias y la doctora en física de 51 años procedente del Este de Alemania podrá ser elegida canciller. Ahora falta dirimir dentro de las dos formaciones quiénes ocuparán los ministerios. Un asunto nada menor que evidenciará las pujas internas en los integrantes de la "gran coalición".
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Merkel por fin pudo sonreír ayer en Berlín, al anunciar el resultado de las negociaciones.

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