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 domingo, 07 de agosto de 2005  
Entrevista. El ex jefe de la bancada del PJ en el Senado denunció persecución política ante la ONU
Alasino: "El kirchnerismo es como el stalinismo"
Complicado por la causa de las coimas, el Choclo acusó al juez de ser parte de una maniobra de la Casa Rosada

Rodolfo Montes / La Capital

El entrerriano Augusto Choclo Alasino fue en el agitado año 2000 el jefe del bloque del PJ en el Senado y hoy está procesado por cohecho pasivo y encubrimiento: recibir coimas sabiendo que se trataba de fondos del Estado. Según el ex senador Antonio Cafiero, se habría quedado con un millón de los cinco millones de pesos-dólares que habría costado la sanción de la ley de reforma laboral.

Pero justo cuando su situación judicial se ensombrece, Alasino contraatacó: denunció que el juez que lo procesó, Daniel Rafecas, por haber "armado pruebas".

Alegando indefensión y sintiéndose víctima de una maniobra destinada a armar pruebas falsas con el fin de provocar persecuciones políticas, Alasino recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington. En unas 50 fojas, el 9 de febrero de 2004 (recién se conoce ahora) le dijo al organismo supranacional que "se trata de una operación de inteligencia, mal disimulada, que se concreta entre noviembre y diciembre de 2003; que se ideó, instauró y sostuvo con el concurso de funcionarios, organismos, agentes de dependencias oficiales, allegados, recursos materiales y dineros del Estado. Una verdadera caza de brujas; una insidiosa persecución en mi contra".

Esta denuncia luego tuvo ampliaciones: cuando Gustavo Beliz se desvinculó del gobierno señalando la existencia de "mafias" y cuando Pontaquarto fue procesado por desfalco.

-Distintas fuentes indican que la investigación de entrecruzamientos telefónicos ordenada por Rafecas, un juez respetado por sus colegas, y que originó los procesamientos fue impecable.

-Yo no hablo por mí, y digo que no hice llamadas telefónicas desde el departamento de Cantarero; me llaman a mí, esa es la diferencia.

-¿Las líneas 154.0797194 y 154.0729773 eran suyas?

-De mis colaboradores, pero yo no llamo; recibo llamadas. Pero el juez me atribuye las llamadas, y que estuve en la casa de Cantarero ese 26 de abril de 2000.

-¿Estuvo en lo de Cantarero el 26 a la noche (cuando se votó la ley y se hizo el supuesto reparto de coimas)?

-No conozco la casa de Cantarero, ni sabía que vivía allí.

-¿Por qué un juez federal querría armarle una causa?

-Esto es político. Se trata de una causa que le importa al gobierno; una buena pantalla. El Ejecutivo necesitaba un amigo en ese lugar, y lo pone a Rafecas para tener el control de algunas causas clave, como la de los sobornos y la de los gastos reservados.

-Rafecas fue designado conforme a los mecanismos constitucionales, ¿usted de qué lo acusa?

-Hubo irregularidades porque primero fue designado para un tribunal superior y luego el Ejecutivo cambia de opinión y lo propone para el cargo que ocupa actualmente, para el que obtuvo un nuevo acuerdo del Senado. Además, Rafecas es muy amigo de Alberto Fernández.

-¿Cómo le constan las amistades de Rafecas con miembros del Ejecutivo?

-Tengo un informante, que me reservo el nombre, que desde dentro de la Side me avisa: "Mirá, con este juez se está armando la nueva servilleta". Lo del arrepentido Pontaquarto me lo avisan antes de que se produzca; me advierten de todo este armado... Creo que (el presidente) Kirchner no sabe que está sucediendo todo esto.

-¿Quiénes integrarían el grupo que hace el "armado" que denuncia?

-Esto surge de seguir las reuniones, de leer los diarios con atención, Alberto Fernández, Sergio Acevedo, Héctor Icazuriaga, Aníbal Ibarra, Vilma Ibarra, Chacho Alvarez, Graciela Ocaña y Pontaquarto. Yo quise llevar esto hasta el presidente y lo canalicé a través de Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos, pero nunca me recibió. Incluso le pedí una audiencia por escrito.

-¿Por qué recurrió a un organismo internacional, no confía en la República?

-En la Argentina está en riesgo la autoridad republicana, estamos como en los tiempos de la dictadura militar. Por eso llevamos la denuncia a Washington. El kirchnerismo es como el stalinismo, tiene una ideología progresista, pero contenidos y formas de trabajar fascistas.

-¿Usted dice que la revista TXT (donde Pontaquarto hizo la autoinculpación de los sobornos) fue parte de la conjura de inteligencia en su contra?

-Completamente. "Capital Intelectual SA", dueño de TXT es un 90% de una empresa off shore uruguaya. Entonces, ¿quién le paga a Pontaquarto? (recibió pago y protección al momento de las explosivas revelaciones). Le paga la Side, le pagan ellos.
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El Choclo Alasino les salió al cruce al presidente al juez Rafecas.


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