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 domingo, 07 de agosto de 2005  
Fatal pelea familiar en Magallanes y Vélez Sarsfield
Asesinó a su hermano de una puñalada
Fue cuando víctima y victimario volvían a su humilde barrio desde una cantina y en compañía de familiares

Ariel Etcheverry / La Capital

Un hombre de 48 años fue asesinado de una puñalada en el estómago ayer a la madrugada durante una pelea familiar desencadenada en el interior de una humilde vivienda de Magallanes y Vélez Sarsfield, en el barrio Ludueña. Sus dos hermanos y una cuñada estaban detenidos anoche en la seccional 12ª como sospechosos. Es que ellos fueron quienes brindaron una versión a la policía que, con el correr de las horas, se cayó y dejó al descubierto una realidad diferente: el homicidio se produjo en medio de una trifulca entre borrachos.

La persona asesinada se llamaba Ramón Luis Udi, tenía 48 años y hacía más de dos que había salido en libertad luego de purgar una condena por robo calificado en la cárcel de Coronda. Vivía en Campbell y La República, en la zona de Empalme Graneros. Héctor Salto, sobrino del fallecido, dijo a La Capital que su familiar ya estaba "retirado" del delito, que "vivía en paz" y "que no se metía con nadie".

Ayer a la mañana, Héctor se encontraba frente a la vivienda donde ocurrió todo, justo en el cruce de Vélez Sarsfield y Magallanes, frente a un descampado rodeado por viviendas del Plan Hábitat y construcciones muy humildes. A pesar de reconocer que estuvo con Ramón toda la noche, mirando televisión y tomando unos tragos, el hombre manifestó no saber nada de lo ocurrido. "Me quedé dormido al lado de la estufa. Imaginate: estuvimos chupando y con el frío que hacía me acurruqué al lado del calorcito y ahí nomás me quedé mosca", explicó. "Después, no se qué pasó con Ramón. Cuando me despertaron ya estaba la policía y él tirado en la calle. No tengo idea de quien le hizo eso", añadió.

Para los detectives de la seccional 12ª, que actúan por razones de jurisdicción, Héctor calla lo que sabe para tapar a su otro tío y propietario de la casita, Oscar Udi, el principal sospechoso del crimen. Los investigadores supieron de boca del propio Oscar que Ramón llegó hasta la casilla para pernoctar allí y de paso cuidarla. Oscar le pidió ese favor porque esa noche tenía planeado ir con su mujer y un hijo a una cantina donde actuaba el bailantero Antonio Ríos.

Además de esas tres personas, la salida incluyó a José, hermano de Ramón y Oscar, y a la mujer de éste último. Hasta las 5 de la madrugada todo anduvo por los carriles normales. El problema se originó cuando las dos parejas y el joven que las acompañaba llegaron a la casa de Vélez Sarsfield y Magallanes. Según voceros de la investigación, todos presentaban un estado notable de ebriedad y de golpe comenzaron a discutir y a elevar el tono de voz.

"Todos estaban colocados", comentó una fuente policial con acceso a la investigación, a lo que agregó: "El drama comenzó cuando José le pidió al hijo de Oscar que fuera a comprar cigarrillos. El pibe se retobó y empezaron a discutir. Entonces el padre salió a defender al muchacho y ahí todos comenzaron a pelearse a los gritos". "Dejate de joder. Cómo vas a mandar así al pibe", bramó Oscar en contra de su hermano.

A todo esto, Ramón decidió intervenir en la disputa y lo hizo en favor de José, poniéndose de punta con Oscar. Más tarde, José declaró ante la policía que ambos hermanos se amenazaron mutuamente de muerte y que en ese momento él optó por marcharse a la casa de una cuñada que vive en las inmediaciones. Lo que sucedió después parece haber quedado en medio de un pacto de silencia. La policía se enteró de lo sucedido cuando Oscar llegó hasta la seccional 12ª para denunciar que, al regresar a su casa, encontró a su hermano tirado en la vereda, a unos 50 metros de distancia, con una profunda herida cortante en el abdomen.

Cuando los uniformados y el Sies llegaron al lugar, Ramón ya había fallecido. Según el médico policial, tenía una puñalada que le sacó afuera parte de los intestinos. La versión que desgranó Oscar acerca de cómo encontró a su hermano malherido no convenció a los investigadores. Los agentes de la 12ª también se llevaron demorados a José y a Graciela Avila. Con el paso de las horas, y cuando los efectos del alcohol aminoraban, los detectives accedieron a una versión un poco más clara del asunto.

Así pudieron conocer la versión de los hechos que brindó José. "Dijo que presenció la pelea entre sus hermanos, incluso las amenazas de muerte. El otro (por Oscar), lo desmintió. Aseguró que no se peleó y menos que lo haya amenazado", sostuvo un vocero. Después del mediodía, la policía secuestró en la vivienda ropa de Oscar para someterla pericias. La sospecha es que el hombre se haya cambiado de prendas al momento de concurrir a la seccional para intentar "blanquear" lo sucedido. La jueza de Instrucción en turno, María Luisa Pérez Vara, ordenó que los tres queden demorados al menos hasta hoy frente a las contradictorias versiones que había del hecho.
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