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domingo,
07 de
agosto de
2005 |
Inminente. Ultiman maniobras para rescatar a los 7 marinos que quedaron atrapados 190 metros bajo la superficie del mar de Barents
Comenzaron a cortar los cabos
que sujetan al sumergible ruso
Un robot británico descendió hasta el minisubmarino enredado con las antenas de un sonar de vigilancia
En un dramático operativo de rescate, un robot sumergible británico comenzó a cortar esta madrugada los cabos que mantienen atrapado desde el jueves pasado a un minisubmarino ruso con siete tripulantes en el lecho del mar de Barents, a 190 metros de profundidad, en la península de Kamchatka, informaron fuentes oficiales rusas. Al cierre de esta edición, faltaba cortar un último cable. El batiscafo tardaría entre tres y cuatro minutos para subir a la superficie.
El vehículo Super Scorpio operado por control remoto logró liberar el propulsor del batiscafo modelo AS-28, de 13,5 metros de eslora y 5,7 de manga, indicó el portavoz de la flota del Pacífico rusa, Alexander Kossolapov, en Vladivostok.
"Estamos en el agua y estamos trabajando alrededor del submarino cortando las redes ensartadas en el arco de la sección de propulsión", informó por su parte Roger Chapman, un portavoz del equipo británico, que integra el equipo de salvataje.
Los robots Super Scorpio son sumergidos desde un barco y están equipados con un sonar, dos cámaras de video blanco y negro y luces de largo alcance, como también con herramientas que pueden cortar gruesos cables de acero.
Mientras tanto, uno de los barcos que se encuentra en la superficie sobre el lugar donde está atrapada la nave rusa a 190 metros de profundidad, modificó su posición para dejar espacio al submarino cuando emerja.
A bordo del minisubmarino cada vez es más escaso el oxígeno, al tiempo que las baterías, que también son necesarias para la circulación de aire, están al borde de su agotamiento, informó anoche la Marina rusa. La temperatura en el interior del AS-28 oscila entre los cinco y los siete grados.
Durante el traslado a los barcos rusos de los robots sumergibles enviados por avión en el puerto de Petropavlovsk, en la península de Kamchatka, se perdieron sin embargo valiosas horas.
Por orden del presidente Vladimir Putin, el ministro de Defensa, Serguei Ivanov, voló ayer al lugar del accidente. Los especialistas rusos advirtieron que para liberar al minisubmarino será necesario volar el ancla de 60 toneladas de un sonar submarino.
"Tenemos que librarnos de ese ancla", declaró el comandante de la flota del Pacífico rusa, almirante Viktor Fyodorov. El AS-28 quedó atrapado en la antena del aparato el jueves cuando realizaba labores de mantenimiento.
El estado de la tripulación es "adecuado", afirmó el portavoz de la Marina, Igor Dygalo, en Moscú, tras un contacto de los equipos de rescate con el submarino. Sin embargo, expertos rusos se preguntaron cómo fue posible establecer técnicamente esa comunicación, en vista de que Fyodorov dijo que las baterías del AS-28 están "a punto de agotarse".
El capitán del batiscafo, Viacheslav Milashevski (de 25 años), tiene experiencia marinera y ya ha dirigido siete de las exploraciones submarinas del AS-28, según declaró su esposa Yelena. El joven es padre de dos niñas gemelas de 23 meses.
Dos aviones estadounidenses y uno británico aterrizaron en la tarde de ayer en Petropavlovsk, pero pasaron varias horas hasta que el convoy con los especialistas británicos pudiera llegar al puerto, según los medios.
Los intentos de rescate rusos consistieron en intentar capturar con redes el aparato y alzarlo. Al principio la maniobra tuvo éxito, pero finalmente el submarino y el sonar apenas se movieron unos metros. (DPA y Reuters)
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Fotos
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El Super Scorpio, de la marina británica, ya opera en el fondo del mar.
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