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domingo,
10 de
julio de
2005 |
El mentor de la idea redituable
Eran principios de los 90. Gabriel Mana, creador de El Tortero (primer negocio de delivery de tortas en Rosario), se encontraba sin trabajo y desesperado por un ingreso económico que le permitiera subsistir. Fue así como recuperó las recetas de su madre y comenzó con la entrega de tortas en bicicleta con la colaboración de su esposa Gisela Mares. En ese entonces nunca imaginó que en 1994 iba a generar su marca y llegar a vender ocho mil pasteles en un fin de semana en el marco de los festejos por el Día de la Madre del año 98.
"Cuando comencé no estaba explotado el delivery y detecté en la población la necesidad de tortas más accesibles que las de ese entonces -que costaban alrededor de 30 pesos- y logré venderlas a 10 pesos (más 1 peso el reparto). Esto gracias al arreglo con las empresas de materias primas para abaratar el precio y a la deflación", recordó Mana.
El éxito alcanzado en el negocio llevó a la aparición de otras marcas. Cuando apareció la competencia, el titular de El Tortero comenzó con la incorporación de franquicias en varios lugares del país.
Si bien los locales de Rosario cerraron en 2000, Mana no descarta volver a la ciudad. Así ya no se privará a la gente de exquisiteces como El Tortero, hecha con biscochuelo de vainilla, chantilly, duraznos, crema moca, merengue, mousse de chocolate y granizado negro.
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