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 sábado, 09 de julio de 2005  
El cierre de la cumbre fue un éxito político y personal para Tony Blair
G-8: U$S 50 mil millones para Africa
Las grandes economías decidieron duplicar sus fondos de ayuda para el continente más pobre del planeta

Londres. -Al día siguiente de los atentados de Londres, los países integrantes del G-8 llegaron a un rápido acuerdo para aumentar en 50.000 millones de dólares la ayuda a Africa, junto con un paquete de 3.000 millones destinados a la Autoridad Nacional Palestina. El anuncio lo hizo el primer ministro británico, Tony Blair, durante un breve discurso ante los medios y rodeado por los mandatarios del G-8 y por los líderes africanos que fueron invitados a la cumbre de Gleneagles, Escocia.

El resultado del G-8, como resaltó Blair, fue esta vez concreto y no una habitual declaración final de buenas intenciones. El primer ministro británico se anotó un triunfo, ya que había bregado para que la cumbre anual de las 8 naciones más poderosas del planeta en su país no fuera una más. Sin embargo, en materia de cambio climático Estados Unidos pareció imponerse, pese a los esfuerzos no sólo británicos para flexibilizar la posición de Washington.

Tony Blair empezó su discurso refiriéndose a los atentados del jueves en Londres. Indicó que, aunque se encontraban a la sombra de esos actos terroristas, se mantenían firmes en su deseo de lograr acuerdos en la cumbre.

El primer acuerdo anunciado fue el de la millonaria ayuda a los palestinos. Luego, sobre el tema de cambio climático, Blair dijo que aunque existían diferencias por todos conocidas se había acordado iniciar un proceso de diálogos entre el G-8 y el G-5 (Brasil, China, India, Sudáfrica, México) para buscar disminuir y luego revertir el efecto invernadero. La primera reunión entre los dos grupos será el próximo 1º de noviembre en Gran Bretaña. Pero en este tema Estados Unidos parece haber prevalecido (ver aparte).

Luego el premier británico pasó al tema del día, Africa, y dijo que se iba a aumentar la ayuda en 50.000 millones de dólares. Esta cifra representa 25.000 millones más de lo que se había prometido. Blair agregó que no era lo que todos deseaban, pero significa un progreso real.


Trabas al comercio, sin avances
El premier británico también indicó que había "indicios de un nuevo acuerdo en comercio", aunque en este asunto clave no hubo mayores adelantos. Sin embargo, las negociaciones continuarán, en busca de una reducción en los subsidios de los países industrializados a sus productos agrícolas, que es en lo que más han insistido los países africanos. En este punto, se invierten los roles entre Europa y Estados Unidos: Bush desafió a los europeos a reducir sus costosos subsidios agrícolas y dijo que su país estaba dispuesto a hacer lo mismo.

Blair también reiteró los acuerdos para cancelar la deuda externa de los países más pobres, brindar acceso universal a los tratamientos contra el sida y el compromiso para una nueva fuerza de paz para Africa. A cambio, dijo Blair, los mandatarios africanos se habían comprometido a profundizar la democracia y al buen gobierno.

Luego de Blair habló brevemente Olesegun Obasanjo, presidente de la Unión Africana y Nigeria, quien declaró que la reunión con el G-8 había sido un éxito. Al final, todos los lideres del G-8 firmaron en presencia de los medios el acuerdo para el paquete de ayuda.
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