|
miércoles,
29 de
junio de
2005 |
Pesar en Cañada por la muerte de un sacerdote
Cañada de Gómez.- Cuando Armando Amiratti fue cura párroco de la parroquia San Pedro, a fines de los 60, dejó un imborrable testimonio de vida por su compromiso con los más necesitados. Esa es la razón por la que ante su fallecimiento, ocurrido el lunes pasado en horas del mediodía, el Concejo Municipal declaró tres días de duelo y dispuso el izamiento a media hasta de la bandera nacional en la plaza San Martín.
Militante de la corriente sacerdotal llamada tercermundista, que nació a partir de la renovación estructural que propuso el papa Juan XXIII, el padre Armando fue expulsado de su función de cura párroco de Cañada de Gómez en el año 1969, acción que se llevó adelante con la fuerza policial sin que se tuviera en cuenta la oposición de un pueblo que salió a la calle en su defensa.
Desde esa decisión que tomó el Arzobispado de Rosario, el padre Armando nunca más regresó a Cañada, ni siquiera cuando las autoridades municipales lo declararon ciudadano ilustre, y se instaló en Olta, un pequeño pueblo de la provincia de La Rioja adonde ayer sus restos recibieron cristiana sepultura. "Todos los que lo conocieron lamentan la pérdida, ya que demostró actitudes de buena persona, con acciones personales que fueron más allá de lo humanamente posible", consideró el Concejo.
enviar nota por e-mail
|
|
|