[Tendencias]- El nuevo circo francés

Un arte que recupera su magia

Hoy se presenta en el Parque España la compañía Non Nova, un grupo que recrea el misterio de un espectáculo tradicional

Serge MAller

¡Novedades debajo de las carpas! El circo en Francia vive una profunda transformación. Revivificado por una generación de jóvenes artistas gracias a la apertura de nuevas escuelas especializadas, el Nuevo Circo Francés está conquistando el reconocimiento general y seduce, por todos los continentes, a un público cada vez más amplio. En cohesión con la creación contemporánea, el Nuevo Circo Francés se caracteriza más por su expresión artística que técnica.

Durante mucho tiempo, el circo "clásico" ha sido un espectáculo de diversión popular con sus jaulas llenas de leones, con sus afiches rojos pegados en las paredes de la ciudad y con el sonido chillón de los altavoces encima de los autos anunciando la sucesión de números: malabaristas, domadores, magos, trapecistas y payasos. Si, por supuesto, el circo tradicional sigue teniendo sus adeptos, sobre todo niños que llevan a sus padres, hoy en día, el Nuevo Circo seduce a otro tipo de público y muy a menudo, ahora, son los padres quienes llevan a sus hijos.

La idea es romper con lo que se veía desde hace años, es decir realizar una separación estricta de las disciplinas. Las tendencias muy diversas del circo francés actual se ilustran justamente con el hecho de inventar nuevas formas artísticas y proponer nuevas fórmulas. Se trata de ordenar alrededor de un tema central varios números en los cuales las distintas artes se completan y se ensamblan.

El arte de la calle, el teatro, la pantomima y la danza están presentes tanto como las disciplinas tradicionales del circo. También la música y las luces forman parte de la representación propuesta. Más que un simple accesorio, se convierten en un elemento esencial. Desarrollado en su forma actual a lo largo de los últimos diez años, el Nuevo Circo Francés constituye un mestizaje de disciplinas, una especie de perfeccionamiento del circo tradicional. Con él, el espectáculo se vuelve total, vivo.

Ese giro es la esencia misma que origina la creación. Liberándose de las obligaciones de la pista, las nuevas compañías pueden ofrecer una multitud de espectáculos profundos y sensibles. Desde el Circo Pluma hasta Zingaro pasando por Archaos o la Compañía Jo Bithume, todos los nuevos artesanos del sueño son artistas confirmados, diestros en las disciplinas tradicionales del circo y egresados de las mejores escuelas.


CON el Estado
En 1979, los circos, que dependían hasta entonces del Ministerio de Agricultura por la presencia de animales, pasan a la tutela del Ministerio de Cultura. Este cambio muy simbólico confirma la voluntad política de oficializar su apoyo al circo. Un poco más tarde, en 1985, inspirándose en el modelo ruso (la primera escuela de circo nace en Rusia, en 1847, según la voluntad del zar Nicolás I para volverse el vivero del famoso Circo de Moscú) el Estado francés crea el Centro Nacional de las Artes del Circo con base en Chlons-en-Champagne, al este de París.

La selección para acceder a esta escuela es muy severa y se hace por medio de un concurso. El modo de formación rompe radicalmente con la transmisión del saber tradicional. La enseñanza difundida es garantizada por profesores muy confirmados en materias como la danza, la música, el teatro y las artes plásticas así como a deportistas de alto nivel. Se trata de abrir los futuros artistas a todas las disciplinas artísticas contemporáneas.

De esa ruptura nace lo que se va a llamar el Nuevo Circo Francés. Así, la evolución del circo es comparable a la de la danza, que desembocó en la diferencia entre danza clásica y danza contemporánea. El circo tradicional privilegia la proeza técnica y la pureza de la ejecución mientras que el Nuevo Circo se dedica a desarrollar una expresión personal del artista, a dar un sentido al espectáculo, más allá del número. Por esa razón, cambió la imagen del circo para volverse "arte de la pista". Eterno, universal, nómada y cosmopolita, el Nuevo Circo Francés ya está reconocido como un arte de pleno derecho.


La Compañía Non Nova
Creada en 1996 y dirigida por Philippe Ménard, la Compañía Non Nova, pertenece a esta nueva corriente. Invitada por la AFAA (Asociación Francesa de Acción Artística) y los servicios culturales de la Embajada de Francia, esta compañía presentará hoy a las 20, en el Teatro del Parque de España, una obra titulada "Ascenseur, fantasmagorie pour élever les gens et les fardeaux".

Mezcla muy fina y mágica de malabarismo y de arte digital, este espectáculo marca una etapa solitaria de reflexión sobre la cotidianeidad del malabarista, constante interacción entre el acto y el pensamiento. La puesta es una sucesión de sketches que conjugan la realidad presente en la escena y la virtual de la proyección. El actor interpreta diferentes personajes en una visión desenfocada y singular del arte del malabarismo. El espectador ingresa a un universo extravagante de humorismo y sensualidad donde alternan lo real y lo fantasmal.

Serge Maller es director de la Alianza Francesa de Rosario.

En escena. Momento de una puesta de la Compañía Non Nova.