Efemérides

Un 26 de junio...

Guillermo Zinni / La Capital



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De 1852: Nace Eduardo L. Holmberg, primer autor argentino de ciencia ficción
El médico, escritor y naturalista -botánico, geólogo y zoólogo- Eduardo Ladislao Holmberg nació en la ciudad de Buenos Aires el 26 de junio de 1852. Su abuelo, Eduard Kannitz, barón de Holmberg, llegó de Europa en 1812 en la fragata inglesa George Canning, la misma en que viajaba San Martín y otros oficiales y civiles, en su mayoría masones, que venían a ofrecer sus servicios al país. Al amparo de sus ideales liberales, evolucionistas y darwinistas, Eduardo Ladislao heredó la pasión por las ciencias naturales de su padre y su abuelo. Se recibió de médico en 1880, profesión que nunca llegó a practicar por el singular motivo de que, según sus propias palabras, "le repugnaba ganar dinero gracias al dolor ajeno". Inició sus investigaciones científicas en 1872, con apenas 20 años de edad, a partir de un viaje que lo llevó a recorrer el sur del país, a pesar de que, como lo recordó luego, "por entonces era voz corriente, no sólo entre los estudiantes sino también en todo el país, que la zoología era propia de carniceros, la botánica de verduleros y la mineralogía de picapedreros, cuando más de los marmoleros". El resultado de esta expedición lo publicó en un libro al que tituló "Viajes por la Patagonia". También por esa misma época inició una intensa y exitosa actividad literaria. Sus novelas -a veces aparecidas en forma de folletín-, ensayos, estudios sobre arte y poemas llenaron incontables páginas. Entre sus títulos se encuentran "El ruiseñor y el artista", "Insomnio", "Boceto de un alma en pena", "Olga", "La bolsa de huesos" y "Viaje maravilloso del señor Nic-Nac al planeta Marte", obra que lo convirtió en el primer autor criollo de ciencia ficción. Fue también traductor de los "Documentos del Club Pick-Wick", de Dickens, uno de sus autores preferidos. Publicó en total más de 200 obras de carácter científico y su libro "Botánica elemental", con 500 ilustraciones originales, fue un texto de consulta habitual en los colegios nacionales. Dictó un gran número de conferencias sobre los más variados temas: Darwin, la botánica, todas las variedades de animales, medicina, mineralogía y geología. Trabajó junto al naturalista Florentino Ameghino en varias expediciones y fue el primer profesor de Historia Natural que hubo en la Argentina, tarea que desarrolló durante 40 años. Fundó la revista "El naturalista argentino" (1878) y fue director del Jardín Zoológico porteño, al que incorporó más animales y rediseñó su construcción para atraer mayor cantidad de público con el que gustaba compartir ideas. Murió en Buenos Aires el 5 de noviembre de 1937, a los 85 años de edad.