Año CXXXVIII Nº 48791
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Día de la bandera 20/06
Turismo 19/06
Mujer 19/06
Economía 19/06
Señales 19/06
Educación 18/06
Salud 15/06
Autos 15/06

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 26 de junio de 2005  
Kirchner juguetea y el PJ desespera

Mauricio Maronna / La Capital

Por primera vez desde 1991, el justicialismo desalambró la provincia. Y así le va.

Carlos Reutemann dice no saber quién arma la estrategia, Jorge Obeid filtra a la prensa una lista "definitiva" de candidatos que es rechazada por los mismos postulantes que fueron incluidos y desde la Casa Rosada lanzan dos frases que cortan el aire en rodajas: "Si el justicialismo pierde las elecciones, el 24 de octubre se termina el actual gobierno", "los comicios en Santa Fe están perdidos".

¿Néstor Kirchner quiere que el justicialismo gane en este distrito?, tendría que ser la primera pregunta que, a esta altura de los acontecimientos, deberían formularse muchos peronistas. El abrazo partido de la campaña del 2003 (muchos gestos de amor hacia Binner, algunos hacia Obeid), se convirtió no solamente en un abrazo completo al ex intendente en la trastienda del palco durante el acto por el Día de la Bandera sino también en inocultables muecas de desdén hacia María Eugenia Bielsa, destinataria hoy de soterradas amenazas de venganza por su negativa a constituirse en candidata.

EL making off de lo sucedido el miércoles explica por sí solo el estado de las cosas. "Se definió la lista. Anote: Horacio Rosatti, Juan Sylvestre Begnis (u otro rosarino no peronista), Laura Venesia y Julio Gutiérrez. Está todo acordado entre Obeid, Reutemann y Alberto Fernández. Ya tiene título", voceó un funcionario cuando el mediodía pasaba a ser historia.

"¿Cómo? No hablé con nadie, ni me senté a conversar de candidaturas. No sé quién arma las listas. ¿Si a mí me cierra esa nómina? Al que le tiene que cerrar es a Kirchner, no a mí. Si tiene la anuencia del presidente, bueno...", fue la primera respuesta que partió, nada más, ni nada menos, que de Reutemann.

El diputado Gutiérrez admitía poco después haber recibido un llamado de Obeid confirmando el dato, pero se mostraba casi ultrajado por el cuarto lugar que le tocaba.

"Quién dijo eso. ¿La Casa Gris? No, no soy candidato, soy ministro de Justicia, dependo del presidente de la Nación y nada me comentó", mandó a decir Horacio Rosatti, quien mantuvo una reunión a solas con el Lole.

"Yo soy afiliado radical, ¿cómo voy a estar en la lista? Ocupo un cargo técnico", se desentendió Sylvestre Begnis, ex compañero de fórmula de Luis Changui Cáceres para la Gobernación y actual ministro de Salud.

Si a alguien se le ocurrió montar una operación de prensa, debería saber que sin chequeo de fuentes (como cita la revista Debate, tomando el "Macbeth", de Shakespeare) la información puede ser "un cuento sin sentido narrado por un idiota". Sin embargo, por estas horas esos intentos son más nutridos que los guardias privados que deberá contratar el San Pablo para llegar sin problemas al Monumental cuando juegue el partido revancha con River.

El cierre de listas, que opera el miércoles, constituye una eternidad. ¿Podrá el peronismo recuperar ese dream team que se lucubró hace meses y que tenía a Bielsa, Rosatti y Perotti como los tres mosqueteros y a Kirchner, Reutemann y Obeid como promotores? Hoy por hoy, convertir en realidad esa opción resulta más difícil que ver a Bernardo Neustadt en una marcha piquetera.

Ahora bien, si Kirchner es el nuevo numen del justicialismo y Reutemann el dirigente que más votos sacó en los últimos comicios, ¿cómo es que el PJ no tiene quién le escriba la lista? Santa Fe es la principal provincia que aporta para el crecimiento de la economía y donde el "modelo" en boga muestra el mayor lustre: la cuenca sojera está habitada por productores cuasi farmers.

El microclima rosarino, donde Hermes Binner ganará las elecciones, es difícilmente remontable para el PJ, pero esto, más que una novedad, es una confirmación. Con buenos candidatos, el justicialismo podría revertir esa historia en buena parte de la bota.

Pero, para ello, deberá desterrar los problemas de gestión, el vacío, la desidia, la ausencia de renovación o, por lo menos, demostrar una voluntad de equipo que le impida a la alianza socialista radical esconder sus contradicciones, que no son pocas.

A saber: Binner reivindica su "afinidad" con Kirchner, recorre los canales porteños con un discurso moderado, hasta ahora impecable, e instala la idea de que votar por él no es votar contra el presidente.

"El conductor de este modelo se llama Néstor Kirchner", dijo el miércoles el ex intendente en el programa "A dos voces", mientras acompasaba con sus dedos un tema de los casi paupérrimos Súper Ratones, grupo preferido de Alberto Fernández y nueva cortina musical del envío periodístico.

Paradójicamente, los legisladores socialistas en el Congreso nacional se han mostrado como acérrimos opositores al gobierno y han votado en contra de la inmensa mayoría de los proyectos que envió. Ayer, el PS reunió en Capital Federal a quienes serán sus "aliados de centroizquierda de cara al proceso electoral". La CTA, representada por Víctor De Gennaro (quien calificó a la gestión kirchnerista como un "desastre"), el Partido Comunista, el banquero Carlos Heller y el Frente Grande, entre otros, dieron el presente.

¿Qué tienen en común estos dirigentes con Felipe Michlig y Pedro Morini, los dos diputados radicales que, en una demostración de lo generosa que es la política local, ocuparán dos de los cuatro primeros lugares de la lista a diputado? ¿Nadie se acuerda del escándalo por la compra de voluntades en la convención, que solamente registran pedidos de impugnaciones de los radicales antialiancistas? ¿Cuando Binner sea diputado, ¿su voto acompañará al "conductor del modelo" o se encuadrará con la posición que decida el bloque del PS?

El justicialismo sintoniza otro canal y sus adversarios siguen jugando en el bosque mientras el lobo no está. ¿El lobo estará?

Una anécdota de pasillo ocurrida durante los últimos días ilustra el cuadro de situación: un legislador histórico del PJ chicaneó a Marcelo Muniagurria, ex vicegobernador de Reutemann y flamante aliado de Mauricio Macri: "Ahora vas a jugar con el liberalismo más gorila", le espetó. Chispeante, el ex delfín del Lole en las últimas elecciones a intendente, le contestó: "Y ahora vos vas a jugar por el socialismo. ¿O no te enteraste de que el candidato oficialista es Binner?".

Otro interrogante que surca el horizonte oficialista tiene que ver con los votos que pueda sacar el menemismo, que, por afuera de la estructura oficial, lleva a Luis Rubeo como postulante a la Cámara baja. Ayer estuvo Eduardo Menem apoyando al Frente Popular y, se estima, dentro de poco tiempo llegará su hermano Carlos, quien fue el candidato más votado en Rosario en las últimas elecciones presidenciales. ¿Qué habrá quedado de aquello?

Acostumbrados a jugar sobre la cornisa tampoco es improbable que, en las próximas horas, el PJ se canse de que el socialismo siga haciéndole jueguito y que Kirchner, Reutemann y Obeid salgan al campo de juego con una escudería, al menos, presentable.

Hay tantas especulaciones como encuestas truchas y tantas operaciones de prensa como candidatos de cartón. "La causa de nuestros males es haber hecho bolsa al PJ santafesino y caer en los operadores nacionales enviados por los cerebros mágicos de la Casa Rosada. Los peronistas no nos hicimos respetar. La mejor foto de campaña se la regaló Kirchner a Binner, y eso no es gratis. Si no me llaman de la Casa Rosada no voy más. El presidente viene a juntar votos para él mismo, al peronismo ya sabe por dónde se lo pasó... A la vicegobernadora la dejó liquidada. Cuando pase todo esto, tal vez vuelva a jugar por las mías. Eso es lo que me gusta". La catarsis hecha a La Capital por un dirigente de fuste en la política santafesina no debería, sin embargo, ser leída como un precepto bíblico.

Según cómo ingresen Kirchner, Reutemann y Obeid a la curva dependerá el final de la carrera interna, apenas el inicio de un largo rally que terminará el 24 de octubre. El esperpento electoral parido con fórceps en la Legislatura está haciendo un nuevo aporte a la confusión general.

Recordano a Groucho Marx, la política santafesina (y no su andamiaje legal) es a la política lo que la música militar es a la música.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados