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 domingo, 26 de junio de 2005  
Acoso sexual: violencia laboral

El acoso sexual es un aspecto de un problema mayor: el acoso moral en el trabajo, también llamado violencia laboral o moral. Maria France Hirigoyen, psiquiatra que acuñó el término de acoso moral en el trabajo, lo define como "toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actividad) que atente, por su repetición o sistematización a la dignidad, a la integridad física o psíquica de una persona, poniendo en peligro el empleo de esta, o degradando el clima de trabajo".

Cuando nos referimos a este tipo de acoso, lo hacemos abarcando diversas situaciones, entre ellas el acoso sexual. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que exista acoso sexual debe haber evidencias de un comportamiento de carácter sexual, que no sea deseado, y que la víctima lo perciba como un condicionante hostil para su trabajo.

Cuando esa violación a la integridad humana se da en el ámbito del trabajo representa una violación al derecho de trabajar en un ambiente digno y humano por lo que es también violencia laboral.

El acoso sexual puede ocasionar que una mujer deje su empleo para no afrontar el problema, aunque en la actual situación económica lo más probable es que calle y se someta para no perder su ingreso.

También suelen presentarse otros problemas: la mujer acosada tiene una sensación de culpabilidad generada por la carga social y cultural que, ante estos hechos, la ve como una "provocadora". Las víctimas sufren tensión nerviosa, irritabilidad y ansiedad, o depresión, insomnios y otros trastornos psicosomáticos como jaquecas, problemas digestivos y cutáneos, entre otros.

El acoso sexual dificulta el desempeño de las tareas. Si la víctima informa del incidente o rechaza acceder, el acosador muchas veces dispone del poder de afectar sus condiciones de trabajo, oportunidades de formación o promoción y su seguridad en el empleo.

Según el informe de la OIT de 1996, la Argentina es uno de los países con más alta tasa de acoso sexual en el mundo: el 6,1 por ciento de los varones y el 11,8 por ciento de las mujeres indicaron haber sufrido agresiones en el año anterior, mientras que el 16,6 por ciento de las mujeres dieron cuenta de incidentes de carácter sexual.

El proyecto de ley sirve para impulsar un debate necesario que debe enmarcarse en la igualdad de oportunidades entre los sexos y el derecho a trabajar en un ambiente sano, sin violencias ni hostigamientos.

Fernando Federico

Abogado

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