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domingo,
26 de
junio de
2005 |
Agradecimiento de corazón
Dios creó al hombre para que fuera feliz, el hombre se ocupó que no lo fuera, todos sabemos el por qué. De las carreras universitarias la medicina es el arte-ciencia por los resultados que obtiene, docenas de síntomas conducen a un solo diagnóstico. Rescataron mi vida, un tumor de cerebro, posibilidades 4/100, incorporaron una malla cuadriculada de titanio de un espacio de cráneo, fue un hombre joven, una persona que se ocupa de mejorar las condiciones de vida y la felicidad de sus pacientes. Un elegido, un científico de gran dignidad humana, de gran vocación, lo sostiene un gran equipo de colaboradores del sanatorio ubicado en Rioja al 1500. Me refiero al doctor Sergio Crisci, quien se ocupó que yo permaneciera en el planeta.
Mario Ventresca
LE 6.175.968
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