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lunes,
20 de
junio de
2005 |
Justo y necesario
Newell's le ganó a Boca por decantación
Alejandro Cachari / Ovación
La minuciosidad se da de narices con la realidad. El detalle deja de tener plano. La puntillosidad no existe; ni siquiera el análisis de lo que vendrá y cómo llegará. Newell's tenía que ganarle a Boca para cumplir con uno de los últimos requisitos que le solicita la Copa Sudamericana y lo hizo. Jugó más o menos, por momentos padeció a un Boca remendado pero rapidísimo que conceptualmente se pareció más a un conjunto que el local, pero... Los rojinegros quedaron muy cerquita del objetivo. Las conclusiones que no involucren a los tres puntos las deberá sacar el chileno Juvenal Olmos, que asumirá en julio con la obligación de reinstalar a Newell's en el concierto internacional.
Por lo demás, el partido estuvo descontextualizado por las realidades de ambos. Newell's debe acatar las órdenes de un técnico que está pero que se fue. Y Boca atraviesa una mini transición cargada de crisis y frustración que arrastró hasta a las figuras consulares de un equipo que hasta hace unos pocos meses era el gran ejemplo para todos.
A propósito: así de drástico es el fútbol. Es por eso que en Newell's deberán meter mano cuanto antes para que el equipo recupere la calidad de tal. Por ahora es sólo un amago de un grupo de muchachos que a los ponchazos se va acercando al objetivo.
La figura puede ser dura. Pero está mucho más atenuada que una pretendida comparación entre el Newell's del Apertura y este. Allí, el desmenuzamiento sería descarnado, impiadoso. Si no fuera porque juega de local en el Parque y usa la misma camiseta, bien podría hablarse de dos planteles diferentes.
Ayer le costó un perú derrumbar a un atribulado Boca, que hasta se dio el lujo de complicarlo más de la cuenta con la posesión de la pelota aunque sin la profundidad mínima indispensable como para pretender quedarse con el resultado.
Recién pudo resolverlo en el comienzo del segundo tiempo, cuando el ingresado Borghello cumplió con el suficiente ejercicio de trabajar entre medio de los dos centrales xeneizes (Matellán y Silvestre).
Newell's tardó dos minutos en abril el marcador y solucionar gran parte del intríngulis. Es que a esa altura era fácil deducir que un gol de Boca sería casi imposible. Una especie de quimera que necesitaría imperiosamente de la complicidad rojinegra.
Memo se transformó, en una ráfaga que duró menos de 10 minutos, en el jugador más determinante del partido. Un gol a los 2 minutos tras una muy buena asistencia de Belluschi y un mano a mano que se fue apenitas desviado a los 7'.
Ni bueno, ni malo, ni más o menos. Sólo el objetivo al alcance con un par de puntos. Las lucubraciones tácticas, estratégicas, físicas y anímicas deberá resolverlas, o mejorarlas, o mantenerlas, el hombre que lo vio desde atrás del vidrio polarizado del palco de presidencia del Coloso: el chileno Juvenal Olmos, dueño del nuevo proceso.
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Fotos
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Ledesma mira, Borghello ya sacó el derechazo que haría la diferencia.
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