Críticas y escepticismo en Bolivia tras el llamado presidencial a un referéndum

El 16 de octubre se elegirá también una asamblea constituyente. La oposición calificó el decreto de ilegal

La Paz. - La convocatoria del presidente de Bolivia, Carlos Mesa, a la votación simultánea de un referéndum sobre autonomías y la elección de una Asamblea Constituyente no frenó ayer las protestas en el país, donde diversos sectores tildaron de ilegal el anuncio del gobierno y hasta pidieron anticipar las elecciones.

En un intento por conjurar la crisis política y social, Mesa emitió un decreto en el que fija, para el próximo 16 de octubre, la realización de ambos procesos, después de que el Legislativo postergara una crucial sesión para debatir estos temas. "Los bolivianos irán a las urnas el 16 de octubre para elegir a los miembros de una asamblea que reformará la Constitución, con la intención de redistribuir el poder en favor de la empobrecida mayoría indígena", dijo Mesa. "Ese mismo día -agregó el mandatario-, se votará un referéndum para decidir sobre la petición de las ricas provincias orientales, donde se hallan las mayores reservas de petróleo y gas del país, que reclaman mayor autonomía del gobierno central".

El mandatario anunció el decreto luego de que un fragmentado Congreso fracasó por tercer día consecutivo en su intento por alcanzar un consenso, mientras las protestas indígenas arreciaban en las calles de La Paz y provocaban la parálisis de la capital boliviana.

Al salir al paso de los cuestionamientos, el viceministro de Justicia, Carlos Alarcón, dijo ayer que el jefe de Estado estableció esa fecha, "en base a una competencia normal y regular que tiene el Poder Ejecutivo para convocar a elecciones de cualquier naturaleza".

La promulgación del decreto desató rumores en torno a la eventual renuncia del ministro de Desarrollo Económico, Walter Kreidler, quien al parecer no suscribió la decisión presidencial. Alarcón informó sobre la renuncia del titular, pero un comunicado de la Presidencia aclaró que "no ha presentado su renuncia al cargo y, por lo tanto, continúa ejerciendo sus funciones".

Mesa se dirigió al país el jueves por la noche luego de que los parlamentarios declararan un cuarto intermedio hasta el próximo martes para discutir sobre el referéndum y la Constituyente, demandas que promueven, por separado, el oriente y el occidente de Bolivia. "El país está viviendo un momento de extrema urgencia y creo, en ese contexto, que no podemos esperar hasta el día martes", subrayó el gobernante, al argumentar que su decisión tiene como objetivo preservar "los criterios de la unidad de la patria".


Las protestas se intensifican
La decisión, sin embargo, no contuvo las protestas registradas en las últimas semanas en La Paz, donde los sectores sociales exigiendo la Constituyente y nacionalizar los hidrocarburos.

El comandante de la policía en la sede de gobierno, coronel Hernán Jaimes, dijo que las actividades en La Paz y la contestataria población de El Alto están semiparalizadas. "Hay maestros rurales, hay campesinos, hay también de otros sectores que van a marchar por el centro paceño", aseguró.

En tanto, los sectores sociales calificaron de ilegal la determinación de Mesa y ratificaron su llamado a protestas. "Ya es tarde para que el Congreso y el gobierno viabilicen una agenda. Gobernantes y congresistas ya no pueden garantizar nada. La única solución es a través de las urnas, adelantando unas elecciones generales", aseguró el dirigente Román Loyza, que ha encabezado las multitudinarias marchas protagonizadas por campesinos y cocaleros.

En La Paz se cumplió ayer la segunda jornada de un paro del transporte público, al igual que en El Alto, cuyos líderes desechan la determinación del Ejecutivo. Al cabeza de los sectores políticos, el diputado opositor Evo Morales, jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), indicó que el decreto promulgado por Mesa "no tiene validez", y advirtió que "el Congreso, si quiere, no lo toma en cuenta". "La intención del presidente es buena, pero creo que está fuera de tiempo. Lamento mucho que éste sea otro show del mandatario para desmovilizar las manifestaciones que están en las calles", afirmó.

Las principales vías del país, entre ellas las que conducen a Chile y Perú, permanecen bloqueadas. Sólo hay transitabilidad en Santa Cruz, Beni, Pando y parte de Tarija, cuatro de las nueve regiones del país. El corte de rutas impide el transporte de pasajeros y de carga y la llegada de combustible, y deja pérdidas estimadas entre 15 y 20 millones de dólares diarios.

Bolivia atraviesa una compleja situación social, en momentos en que la popularidad del presidente Mesa se debilita.

Los bolivianos piden la renuncia de Mesa.