Trabajo. El efecto desaliento contribuyó a la caída de la desocupación. El empleo desaceleró y subió la subocupación.

En Rosario el desempleo retrocedió 3,2 puntos durante el primer trimestre

La tasa de desocupación fue del 14%. Bajó cuatro décimas respecto de la medición de fin de 2004

El desempleo en el Gran Rosario bajó 3,2 puntos porcentuales en el primer trimestre del año, comparado con el mismo período de 2004, y se ubicó en 14%. también acusó una baja del 0,4 punto si se lo mide contra el último trimestre del año anterior. Los datos, difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) marcan un retroceso significativo de la desocupación en la región, que en el término de dos años cayó más de 8 puntos.

Aún así, sobre una población económicamente activa de 528 mil habitantes, 130 mil son los que aún tienen problemas de empleo. Esto es un cuarto de la población. Sobre este total, 74 mil están desocupadas y 56 mil subocupadas, es decir trabajan menos de 35 horas semanales y buscan otra ocupación.

El escenario en la región, si bien está mostrando indicadores positivos comparados con los últimos años, da algunas señales de estancamiento, que quedan plasmadas en una caída de la tasa de actividad (el porcentaje entre la población económicamente activa y la población total) y el estancamiento de la tasa de empleo. El primero de estos indicadores retrocedió un punto tanto en forma anual como mensual. En tanto, la tasa de empleo se ubicó en el 37,3%, con un crecimiento de sólo 0,6 punto en un año y un retroceso de 0,7 punto comparado con el trimestre anterior.

Estos números, que dan cuenta de que una cantidad importante de personas se retiró de la oferta laboral en el primer trimestre del año, probablemente por el efecto desaliento, que históricamente se producía a fines de año pero que en los últimos tiempos comenzó a sentirse en los primeros meses.

El 43,4% de tasa de actividad es casi un nivel constante desde 2003 en el Gran Rosario, con excepción del tercer trimestre de 2004, cuando alcanzó un 46% en consonancia con un fuerte crecimiento de la economía que en la región se dio en llamar el boom de Rosario. En ese momento muchos salieron a buscar trabajo, alentados por la mejora de la economía, lo que provocó una suba del desempleo.

Lo que parece evidente es que el ritmo de creación de puestos de trabajo que venía experimentando la región desde el inicio de la recuperación económica, comienza a desacelerarse. La tasa de subocupación, los ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales, mostraba una tendencia decreciente desde el año 2003, hasta llegar a su nivel más bajo a fines de 2004, con un 9,2%. En términos interanuales, esa tasa se mantuvo en el 10,6% pero, entre el último trimestre del año pasado y el primero de 2005, acusa una suba de 1,4 puntos.

Dentro de ese universo, se registró una suba de un punto en términos interanuales en el subempleo demandante (los que quieren trabajar más de 35 horas semanales) y una caída de un punto en la no demandante (los que no buscan).

Esto revela que dentro del segmento que tiene una ocupación precaria crece el número de personas que buscan puestos de trabajo "más formales" pero el mercado laboral no logra absorberlos. A diferencia de lo que ocurrió durante buena parte del año pasado, el aumento de la suba de la subocupación en el primer trimestre parece indicar una desaceleración en el proceso de "formalización" laboral.

Comparado con los números nacionales, el Gran Rosario está en una situación mucho más ventajosa que en los años en los cuales se la conocía como la capital de la desocupación. Si bien en el primer trimestre el desempleo es un punto más que el del total país, la proporción es tres veces menor que en el primer trimestre de 2004. Así, los números del Indec demuestran una progresiva convergencia de los porcentajes entre Gran Rosario y el total país por el mayor crecimiento del empleo en este aglomerado respecto de los otros.

Lo mismo ocurre con la subocupación, pero en este caso a la inversa. El porcentaje de subocupados es 2,1 puntos menores que el del total país y los números generales convergen hacia lo que pasa en Rosario, un aglomerado que fue el primero en recibir el impacto del empleo privado.


El escenario nacional
La creación de empleo se concentró en el interior del país según revelan los datos del Indec, en cambio, se mantuvo estancada en el conurbano bonaerense. En ese aglomerado, la tasa de desocupación del primer trimestre de 2005 se ubicó en 14,5%, similar al 14,6% de igual período de 2004 y por encima del 13% del cuarto de 2004.

Una situación diametralmente opuesta se detectó en el resto de las cinco regiones en las que el Indec divide el país para diseñar el panorama del desempleo en la Argentina. Siempre comparando el primer trimestre de 2005 contra igual lapso del año anterior, en Cuyo la desocupación bajó de 11% a 8,2%.

En el Nordeste la reducción fue de 10,4% a 8,6%, mientras que en el Noroeste la disminución fue de 15,5% a 12%.

En la región Pampeana se pasó de una tasa de 15,6% a 12,4% en la Patagonia la disminución fue de 9,5% a 7,6%.

El informe de la situación del mercado de trabajo difundida por el organismo oficial confirmó que la desocupación al 31 de marzo afecta al 13% de la población económicamente activa.

Si se considera desocupados a quienes reciben un Plan Jefas y Jefes de Hogar la desocupación trepa al 16,6%, con lo cual 2,6 millones de personas no tienen empleo.

A su vez, en el período estudiado la tasa de subocupación se ubicó en 12,7%, y en consecuencia 4,6 millones de argentinos tienen problemas de inserción laboral. Esta situación se dio en un contexto en el que la economía creció 8,3%, situación aunque con un rebrote inflacionario del 4%.

El análisis del resto de los aglomerados arroja los siguientes resultados en materia de desempleo: ciudad de Buenos Aires la caída fue de 12,1% a 11,6%; en Gran Mendoza de 11,6 a 8%; en Gran Tucumán, de 16,5% a 14,2%; en Gran Córdoba de 13,9 a 12,4%; en Gran La Plata de 18,2 a 13,5% y en Mar del Plata de 13,1 a 12,2%.