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domingo,
29 de
mayo de
2005 |
Yo creo: "Es muy cómodo
criticar desde el sillón del living"
Marcelo Caamaño
De golpe todos se pusieron locos con que hay mucho sexo en la tele. ¿Hasta cuándo se van a trastornar por algo tan común como el sexo? Dicen los padres más preocupados por las buenas costumbres: "¿Cómo les explico a mis hijos esas escenas?". Y esa pregunta me da la sensación de que estuviéramos en el siglo pasado. En el anterior al pasado. Explíquenles la verdad. Siempre es mejor llamar a las cosas por su nombre y no poner reparos en temas tan normales como el sexo. ¿Por qué no ponen el mismo énfasis en cosas más trascendentes a nivel sociedad? Por ejemplo, exigir a todos los organismos gubernamentales de la ciudad, de la provincia y de la Nación que hagan lo que tienen que hacer. Y punto. Porque los que hacemos televisión, tenemos que entretener. No somos ni padres ni escuela. Somos televisión: el mayor y más barato entretenedor público del mundo. Claro que se puede hacer mejor y peor. Hay casos que no vuelven ni del poco talento ni del ridículo. Y se dice y escribe tanto para no decir nada que espanta. Mientras que en ficción se trata de contar un cuento, en no ficción la idea es mostrar cierto recorte de la realidad. Simple o rebuscado. Interesante o pasteurizado. Grande o chico. Pero ambos cuentan un cuento. En no ficción, más de uno debería replantearse qué tipo de mensajes está tirándole al público. No creo que haya un exceso de sexo en la tele, sí creo que hay una relajante venta de sexo que no es lo mismo. Nosotros hacemos una novela como "Doble vida" en la cual hablamos de impunidad y se ve en todas las historias de la trama. Pero vende el sexo. Contamos un crimen que se tapó como si nada hubiera pasado. Pero vende el sexo. Contamos a una familia destruida por un accidente. Pero se vende el sexo. Y es la prensa del espectáculo y más precisamente el espectáculo del chimento que vende sin fijarse a quién tienen adelante. Porque no les importa nada. Nunca les importó nada. Sólo el escándalo y el rumor como fuente de información. Más escandaloso son los casos de impunidad. Lo no resuelto, lo que la agenda de medios deja afuera porque pasó de moda. ¿Pero saben por qué pasó de moda? Porque a ustedes como público dejo de interesarles. El reclamo más popular de la Argentina va hacia la tele y hacia el fútbol. Porque es mucho más cómodo criticar desde el sillón de casa, bien abrigados y bien comidos que salir a la calle para mandar al demonio a todos los que nos gobiernan en esta miseria y en este repelente y permanente dolor de muertos, heridos y desclasados.
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